ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Est 4, 17
En tu voluntad, Señor, está puesto el universo, y no hay quien pueda
resistirse a ella. Tú hiciste todo, el cielo y la tierra, y todo lo que está
bajo el firmamento; tú eres Señor del universo.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor
sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre
nosotros tu misericordia para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y
nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[El justo vivirá por su fe.]
Del libro del profeta Habacuc 1, 2-3; 2, 2-4
¿Hasta cuándo, Señor, pediré auxilio, sin que me escuches, y denunciaré
a gritos la violencia que reina, sin que vengas a salvarme?
¿Por qué me dejas ver la injusticia y te quedas mirando la opresión?
Ante mí no hay más que asaltos y violencias, y surgen rebeliones y desórdenes.
El Señor me respondió y me dijo: “Escribe la visión que te he
manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es
todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se
tarda, espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el
justo, en cambio, vivirá por su fe”.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 94
R. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, lancemos vivas al Señor, aclamemos al Dios que nos salva.
Acerquémonos a él, llenos de júbilo, y démosle gracias.
R. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos y bendigamos al Señor, que nos
hizo, pues él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; él es nuestro pastor y
nosotros, sus ovejas.
R. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: “No endurezcan su corazón, como
el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque
habían visto mis obras”.
R. Señor, que no seamos sordos a tu voz.
SEGUNDA LECTURA
[No te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor.]
De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 1, 6-8. 13-14
Querido hermano: Te recomiendo que reavives el don de Dios que
recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un
espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación.
No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te
avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo
los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de
Dios. Conforma tu predicación a la sólida doctrina que recibiste de mí acerca
de la fe y el amor que tienen su fundamento en Cristo Jesús. Guarda este tesoro
con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO 1 Pe 1, 25
R. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios permanece para siempre. Y ésa es la palabra que se
les ha anunciado. R. Aleluya.
EVANGELIO
[¡Si ustedes tuvieran fe…!]
Del santo Evangelio según san Lucas 17, 5-10
R. Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: “Auméntanos la fe”. El
Señor les contestó: “Si tuvieran fe, aunque fuera tan pequeña como una semilla
de mostaza, podrían decir a ese árbol frondoso: ‘Arráncate de raíz y plántate
en el mar’, y los obedecería.
¿Quién de ustedes, si tiene un siervo que labra la tierra o pastorea
los rebaños, le dice cuando éste regresa del campo: ‘Entra enseguida y ponte a
comer’? ¿No le dirá más bien: ‘Prepárame de comer y disponte a servirme, para
que yo coma y beba; después comerás y beberás tú’? ¿Tendrá acaso que mostrarse
agradecido con el siervo, porque éste cumplió con su obligación?
Así también ustedes, cuando hayan cumplido todo lo que se les mandó,
digan: ‘No somos más que siervos, sólo hemos hecho lo que teníamos que hacer’
“.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos a Dios los sufrimientos y necesidades de su pueblo, y
asumamos el compromiso de oír su voz en los gemidos de nuestros hermanos y en
la escucha atenta de su Palabra. Digamos juntos:
R/. Escúchanos y ten piedad.
1. Que la Iglesia tenga valor, audacia e ilusión cuando anuncie el
Evangelio a los hombres del tercer milenio. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
2. Que los que han sido ungidos como ministros del Señor fomenten el
amor, trabajen por la justicia y beneficien a los más pobres. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
3. Que el Señor haga desaparecer las enemistades entre los pueblos que
están en guerra. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
4. Que los enfermos, agonizantes y todos los que sufren, puedan vivir
desde la fe su situación. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
5. Que los que viven en pecado escuchen la Palabra de Dios y cambien de
vida. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
6. Que nuestra fe sea viva y nos lance a vivir en constante espíritu de
servicio. Oremos.
R/. Escúchanos y ten piedad.
Escucha, Señor, nuestras oraciones, acrecienta nuestra fe y no permitas
que nunca nos apartemos de Ti.
Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, el sacrificio que tú mismo nos mandaste ofrecer, y, por
estos sagrados misterios, que celebramos en cumplimiento de nuestro servicio,
dígnate llevar a cabo en nosotros la santificación que proviene de tu
redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La creación alaba al Señor
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque creaste el universo con todo cuanto contiene; determinaste el
ciclo de las estaciones; pero formaste al hombre a tu imagen y semejanza y lo
hiciste dueño de un mundo portentoso, para que en tu nombre dominara la
creación entera y, al contemplar la grandeza de tus obras, en todo momento te
alabara, por Cristo, Señor nuestro. A quien cantan los cielos y la tierra, los
ángeles y los arcángeles, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lam 3, 25
Bueno es el Señor con los que en él confían, con aquellos que lo
buscan.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Dios omnipotente, saciados con este alimento y bebida celestiales,
concédenos ser transformados en aquel a quien hemos recibido en este
sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario