viernes, 8 de agosto de 2025

Evangelio del 9 de agosto 2025 Mateo 17, 14-20

 



En aquel tiempo, al llegar Jesús a donde estaba la multitud, se le acercó un hombre, que se puso de rodillas y le dijo: "Señor, ten compasión de mi hijo. Le dan ataques terribles. Unas veces se cae en la lumbre y otras muchas, en el agua. Se lo traje a tus discípulos, pero no han podido curarlo".

Entonces Jesús exclamó: "¿Hasta cuándo estaré con esta gente incrédula y perversa? ¿Hasta cuándo tendré que aguantarla? Tráiganme aquí al muchacho". Jesús ordenó al demonio que saliera del muchacho, y desde ese momento éste quedó sano.

Después, al quedarse solos con Jesús, los discípulos le preguntaron: "¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera a ese demonio?" Les respondió Jesús: "Porque les falta fe. Pues yo les aseguro que si ustedes tuvieran fe, al menos del tamaño de una semilla de mostaza, podrían decirle a ese monte: «Trasládate de aquí para allá», y el monte se trasladaría. Entonces nada sería imposible para ustedes".

 

Reflexión

 

¿Por qué nosotros no pudimos echar fuera ese demonio? Es una buena pregunta hecha por los discípulos y asimismo, es una buena pregunta que debemos hacernos a nosotros mismos, porque también nosotros estamos en guerra contra el demonio, contra la influencia de la lógica y las dinámicas del mundo sin Dios y contra nuestras propias inclinaciones al bienestar, al placer y a evitar todo lo que nos desagrada.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario