ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 83, 10-11)
Dios, protector nuestro, mira el rostro de tu Ungido. Un solo día en tu
casa es más valioso, que mil días en cualquier otra parte.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has preparado bienes invisibles para los que te aman,
infunde en nuestros corazones el anhelo de amarte, para que, amándote en todo y
sobre todo, consigamos tus promesas, que superan todo deseo. Por nuestro Señor
Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Tomaron a Jeremías y lo echaron en un pozo.
Del libro del profeta Jeremías 38, 4-6. 8-10
Durante el sitio de Jerusalén, los jefes que tenían prisionero a
Jeremías dijeron al rey: “Hay que matar a este hombre, porque las cosas que
dice desmoralizan a los guerreros que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo.
Es evidente que no busca el bienestar del pueblo, sino su perdición”.
Respondió el rey Sedecías: “Lo tienen ya en sus manos y el rey no puede
nada contra ustedes”. Entonces ellos tomaron a Jeremías y, descolgándolo con
cuerdas, lo echaron en el pozo del príncipe Melquías, situado en el patio de la
prisión. En el pozo no había agua, sino lodo, y Jeremías quedó hundido en el
lodo. Ebed-Mélek, el etíope, oficial de palacio, fue a ver al rey y le dijo:
“Señor, está mal hecho lo que estos hombres hicieron con Jeremías, arrojándolo
al pozo, donde va a morir de hambre”.
Entonces el rey ordenó a Ebed-Mélek: “Toma treinta hombres contigo y
saca del pozo a Jeremías, antes de que muera”. Palabra de Dios. Te alabamos,
Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 39 R/. Señor, date prisa en ayudarme.
Esperé en el Señor con gran confianza; él se inclinó hacia mí
y escuchó mis plegarias. R.
Del charco cenagoso y la fosa mortal me puso a salvo; puso
firmes mis pies sobre la roca y aseguró mis pasos. R.
Él me puso en la boca un canto nuevo, un himno a nuestro Dios. Muchos
se conmovieron al ver esto y confiaron también en el Señor, R.
A mí, tu siervo, pobre y desdichado, no me dejes, Señor, en el olvido.
Tú eres quien me ayuda y quien me salva; no te tardes, Dios mío. R.
SEGUNDA LECTURA
Corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante.
De la carta a los hebreos 12, 1-4
Hermanos: Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados
nuestros, que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba;
librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que
tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe.
Él, en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz, sin temer su
ignominia, y por eso está sentado a la derecha del trono de Dios.
Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición
de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía
no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado. Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Cfr. Jn 10, 27) R/. Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me
siguen. R/.
EVENGELIO
No he venido a traer la paz, sino la división.
Del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego
a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un
bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo.
No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco
que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres.
Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre
contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera
contra la suegra”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Presentemos nuestras súplicas al Señor y pidámosle que atienda las
necesidades de cada uno de sus hijos:
1. Roguemos al Señor por
quienes, a causa de su enfermedad, o porque están al servicio de sus hermanos o
por cualquier otro motivo razonable, no han podido venir a celebrar con
nosotros el día del Señor.
2. Roguemos por los que hacen
obras de misericordia en favor de sus hermanos, para que Dios recompense
abundantemente el bien que hacen, y les dé en premio la vida eterna.
3. Roguemos por los que tienen
que vivir alejados de sus familiares y amigos, para que Dios los ayude en sus
dificultades y les conceda retornar, sanos y salvos, a sus hogares.
4. Roguemos por nosotros
mismos, para que el Señor nos ayude a conocer más y más el Evangelio de Cristo,
y nos guarde de todo mal.
Dios nuestro, que en la Cruz de Cristo nos lo revelas como “signo de
contradicción”, escucha nuestras plegarias y no permitas que por negligencia o
por cobardía rechacemos el proyecto de verdad y de gracia que sólo unidos a tu
Hijo podemos alcanzar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, nuestros dones, con los que se realiza tan glorioso
intercambio, para que, al ofrecerte lo que tú nos diste, merezcamos recibirte a
ti mismo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
La creación alaba al Señor
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque creaste el universo con todo cuanto contiene; determinaste el
ciclo de las estaciones; pero formaste al hombre a tu imagen y semejanza y lo
hiciste dueño de un mundo portentoso, para que en tu nombre dominara la
creación entera y, al contemplar la grandeza de tus obras, en todo momento te
alabara, por Cristo, Señor nuestro. A quien cantan los cielos y la tierra, los
ángeles y los arcángeles, proclamando sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 6, 51-52)
Yo soy el pan vivo, que ha bajado del cielo, dice el Señor: quien coma
de este pan, vivirá eternamente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Unidos a Cristo por este sacramento, suplicamos humildemente, Señor, tu
misericordia, para que, hechos semejantes a Él aquí en la tierra, merezcamos
gozar de su compañía en el cielo. Él, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
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