En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y a los escribas esta parábola: "¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y se le pierde una, no deja las noventa y nueve en el campo y va en busca de la que se le perdió hasta encontrarla? Y una vez que la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa, reúne a los amigos y vecinos y les dice: "Alégrense conmigo, porque ya encontré la oveja que se me había perdido".
Yo les aseguro que también en el cielo habrá más alegría por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentirse".
Reflexión
Una de las cosas que jamás comprenderemos es ¿por qué Dios nos ama de
esta manera? ¿Por qué su amor va más allá de todo lo que podríamos nosotros
imaginar? Cuando se le apareció Nuestro Señor a santa Margarita María, le
mostró la herida de su corazón y le dijo: "Este es el corazón que tanto
los ha amado".
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