viernes, 31 de enero de 2025
Evangelio del 1 de febrero 2025
Evangelio del 1 de febrero 2025
jueves, 30 de enero de 2025
Evangelio del 31 de enero 2025
Evangelio del 31 de enero 2025
Marcos 4, 26-34
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino
de Dios se parece a lo que sucede cuando un hombre siembra la semilla en la
tierra: que pasan las noches y los días, y sin que él sepa cómo, la semilla
germina y crece; y la tierra, por sí sola, va produciendo el fruto: primero los
tallos, luego las espigas y después los granos en las espigas. Y cuando ya
están maduros los granos, el hombre echa mano de la hoz, pues ha llegado el
tiempo de la cosecha".
Les dijo también: "¿Con qué compararemos el Reino de
Dios? ¿Con qué parábola lo podremos representar? Es como una semilla de mostaza
que, cuando se siembra, es la más pequeña de las semillas; pero una vez
sembrada, crece y se convierte en el mayor de los arbustos y echa ramas tan
grandes, que los pájaros pueden anidar a su sombra".
Y con otras muchas parábolas semejantes les estuvo
exponiendo su mensaje, de acuerdo con lo que ellos podían entender. Y no les
hablaba sino en parábolas; pero a sus discípulos les explicaba todo en privado.
Reflexión
Jesús nos presenta cómo es que crece el Reino. Nos deja
ver que no es nuestro esfuerzo el que hace crecer el reino sino la fuerza y la
vida que ya está en él. A veces pensamos que nuestro esfuerzo de evangelización
no está resultando y no da fruto.
Sin embargo, la acción escondida de Dios en el corazón de
aquellos con los que compartimos la Palabra y nuestro testimonio cristiano va
haciendo germinar en ellos la vida del Espíritu. Por otro lado, parecería que
nuestro esfuerzo es muy pequeño, sin embargo, ese pequeño grano, ese esfuerzo
por hacer que Dios sea conocido y amado, crecerá con la gracia de Dios, hasta
ser un gran árbol.
Por lo que no debemos desanimarnos; lo que Dios espera de
nosotros es que ayudemos a esparcir la semilla y que tengamos fe en el poder
que encierra en sí mismo el Evangelio y el testimonio cristiano.
miércoles, 29 de enero de 2025
Evangelio del 30 de enero 2025
Evangelio del 30 de enero 2025
Marcos 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a la
multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o
debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está
escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga
a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga".
Siguió hablándoles y les dijo:
"Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para
tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces.
Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le
quitará".
Reflexión
Jesús en este pasaje nos da dos
enseñanzas, la primera sobre nuestro ser cristiano, el cual debe notarse y la
segunda, sobre la caridad y el respeto a los demás. Quisiera insistir en la
primera, que es la base para la segunda.
No basta ser bautizados, dentro
de nosotros se esconde un misterio que tiene que manifestarse a los demás. Dios
ha puesto su Espíritu Santo y su Palabra, en cada uno de nosotros, como una luz
que no puede quedarse sólo en nuestro corazón, sino que ha de ser conocida y
amada por toda la humanidad. En la medida que dejemos que el Espíritu dirija
nuestra vida y hablemos de Jesús a los que nos rodean, en esa medida la luz
brilla y el reino de los cielos va siendo una realidad.
No tengamos miedo de dejar que
Jesús y la vida en el Espíritu se transparenten en nosotros. Somos el
instrumento por el cual el mundo conocerá de una manera más clara a Dios. ¿Es
tu vida un reflejo de la vida del Espíritu?
martes, 28 de enero de 2025
Evangelio del 29 de enero 2025
Evangelio del 29 de enero 2025
Marcos 4, 1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago, y se
reunió una muchedumbre tan grande, que Jesús tuvo que subir en una barca; ahí
se sentó, mientras la gente estaba en tierra, junto a la orilla. Les estuvo
enseñando muchas cosas con parábolas y les decía:
"Escuchen. Salió el sembrador a sembrar. Cuando iba sembrando,
unos granos cayeron en la vereda; vinieron los pájaros y se los comieron. Otros
cayeron en terreno pedregoso, donde apenas había tierra; como la tierra no era
profunda, las plantas brotaron en seguida; pero cuando salió el sol, se
quemaron, y por falta de raíz, se secaron. Otros granos cayeron entre espinas;
las espinas crecieron, ahogaron las plantas y no las dejaron madurar.
Finalmente, los otros granos cayeron en tierra buena; las plantas fueron
brotando y creciendo y produjeron el treinta, el sesenta o el ciento por
uno". Y añadió Jesús: "El que tenga oídos para oír, que oiga".
Cuando se quedaron solos, sus acompañantes y los Doce le preguntaron
qué quería decir la parábola. Entonces Jesús les dijo: "A ustedes se les
ha confiado el secreto del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera,
todo les queda oscuro; así, por más que miren, no verán; por más que oigan, no
entenderán; a menos que se arrepientan y sean perdonados".
Y les dijo a continuación: "Si no entienden esta parábola, ¿cómo
van a comprender todas las demás? ‘El sembrador’ siembra la palabra.
‘Los granos de la vereda’ son aquellos en quienes se siembra la
palabra, pero cuando la acaban de escuchar, viene Satanás y se lleva la palabra
sembrada en ellos.
‘Los que reciben la semilla en terreno pedregoso’, son los que, al
escuchar la palabra, de momento la reciben con alegría; pero no tienen raíces,
son inconstantes, y en cuanto surge un problema o una contrariedad por causa de
la palabra, se dan por vencidos.
‘Los que reciben la semilla entre espinas’ son los que escuchan la
palabra; pero por las preocupaciones de esta vida, la seducción de las riquezas
y el deseo de todo lo demás, que los invade, ahogan la palabra y la hacen
estéril.
Por fin, ‘los que reciben la semilla en tierra buena’ son aquellos que
escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha: unos, de treinta; otros, de
sesenta; y otros, de ciento por uno".
Reflexión
Es curioso que a pesar de que Jesús ha sido muy, pero muy claro en la
explicación de esta parábola, todavía después de tantos años muchos de nosotros
seguimos con la actitud de sus oyentes, pues oyendo no entendemos. Si nosotros
somos esa tierra fecunda, dispongámosla a la recepción de la Palabra. No
cerremos nuestro corazón, ni dejemos que una vez sembrada sea ahogada por el
mundo y sus seducciones.
Meditemos diariamente el mensaje que la Palabra, en sí misma, quiere
darnos para nuestra vida cristiana. Vivir de acuerdo con la Palabra de Dios es
nuestra única posibilidad de ser perfecta y santamente felices. Por ello, es
una excelente costumbre cristiana el traer siempre consigo la Biblia. ¿Tú qué
piensas?
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250202
«Los que no eran suficientemente ricos para ofrecer un cordero, podían
ofrecer dos tórtolas o dos pichones. Por lo tanto, el Señor, teniendo en cuenta
en todo momento nuestra Salvación, no sólo se dignó hacerse hombre siendo Dios,
sino también, siendo rico, hacerse pobre por nosotros con el fin de -por su
pobreza y su Humanidad- concedernos ser partícipes de sus riquezas y su
Divinidad. Pero quiero detenerme un momento en el motivo por el que se manda
ofrecer al Señor, como víctimas, precisamente estas aves. En efecto, también se
lee que el patriarca Abrahán -tanto tiempo antes de la Ley- las ofreció en
holocausto al Señor (...). Yes que el pichón de la paloma indica la sencillez,
la tórtola castidad, porque el primero ama la sencillez y la segunda la
castidad, de modo que si por azar pierde a su pareja no se preocupa de buscar
otra en lo sucesivo. Por eso, al alabar a la Iglesia dice el Señor: Hermosas
son tus mejillas como las de la tórtola. E insiste: ¡Qué hermosa eres, amiga
mía, qué hermosa; tus ojos son como los de las palomas! Realmente tiene
mejillas como las de la tórtola el alma que se mantiene casta e inmune de toda
mancha de impureza. Tiene ojos de paloma la que no desea hacer daño a nadie y
mira con sencillo afecto, incluso a sus enemigos. Pero las dos aves que hemos
citado, dado que suelen emitir un gemido en vez de canto, simbolizan el llanto
de los santos en este mundo; a él alude el Señor cuando dice: En verdad, en
verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis y el mundo se alegrará; vosotros,
sin embargo, os entristeceréis, pero vuestra tristeza se volverá en gozo» (San
Beda el Venerable [c 673-7351. Homilías sobre los Evangelios, XVIII, 4-5).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250202
Hoy celebramos la Fiesta de la Presentación del Señor en el templo,
también conocida como la Fiesta de la Candelaria. Es una conmemoración rica en
simbolismo y significado:
Presentación en el Templo: María y José llevan al Niño Jesús al templo
para cumplir con la ley judía. Allí, el anciano Simeón, inspirado por el
Espíritu Santo, reconoce a Jesús como el Mesías y Salvador.
Purificación de María: Según la ley judía, una mujer debía purificarse
después del parto. María, aun siendo pura, se somete a este rito en obediencia
a la ley.
Encuentro con Simeón: Simeón, un hombre justo y devoto, había recibido
la promesa de que no moriría antes de ver al Mesías. Al ver a Jesús, Simeón lo
bendice y profetiza su misión.
Epifanía: Esta fiesta también marca el final de las celebraciones de la
Epifanía, en la cual se manifiesta Jesús como luz del mundo.
Una tradición importante en esta fiesta es la bendición de las velas,
simbolizando a Jesús como la luz que ilumina a las naciones.
Es una celebración hermosa que une varios aspectos de la vida de Jesús
y de la Sagrada Familia.
DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO PRESENTACIÓN DEL SEÑOR Domingo 2 de febrero 2025
DOMINGO IV DEL TIEMPO ORDINARIO
PRESENTACIÓN DEL SEÑOR
Domingo 2 de febrero 2025
Los orientales llaman a esta fiesta Hipapante-El Encuentro. El Señor,
niño, es presentado en el Templo. Simeón y Ana, movidos por el Espíritu Santo,
dan testimonio de lo que es Cristo. Simeón dice que será Luz de los pueblos;
por eso las candelas. Hoy se clausuran las solemnidades de la Manifestación o
Epifanía del
Señor.
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 47, 10-11
Meditamos, Señor, los dones de tu amor, en medio de tu templo. Tu
alabanza llega hasta los confines de la tierra como tu fama. Tu diestra está
llena de justicia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, suplicamos humildemente a tu majestad que
así como en este día fue presentado al templo tu Unigénito en su realidad
humana como la nuestra, así nos concedas, con el espíritu purificado, ser
presentados ante ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Entrará en el santuario el Señor, a quien ustedes buscan.]
Del libro del profeta Malaquías 3, 1-4
Esto dice el Señor: “He aquí que yo envío a mi mensajero. Él preparará
el camino delante de mí. De improviso entrará en el santuario el Señor, a quien
ustedes buscan, el mensajero de la alianza a quien ustedes desean. Miren: Ya va
entrando, dice el Señor de los ejércitos.
¿Quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién quedará en pie cuando
aparezca? Será como fuego de fundición, como la lejía de los lavanderos. Se
sentará como un fundidor que refina la plata; como a la plata y al oro,
refinará a los hijos de Leví y así podrán ellos ofrecer, como es debido, las
ofrendas al Señor.
Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en
los días pasados, como en los años antiguos”.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 23
R. El Señor es el rey de la gloria.
¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense, portones eternos, porque
va a entrar el rey de la gloria! R.
¿Y quién es el rey de la gloria? Es el Señor, fuerte y poderoso, el
Señor, poderoso en la batalla. R.
¡Puertas, ábranse de par en par, agrándense, portones eternos, porque
va a entrar el rey de la gloria! R.
Y ¿quién es el rey de la gloria? El Señor, Dios de los ejércitos, es el
rey de la gloria. R.
SEGUNDA LECTURA
[Tenía que asemejarse en todo a sus hermanos.]
De la carta a los hebreos 2, 14-18
Hermanos: Todos los hijos de una familia tienen la misma sangre; por
eso, Jesús quiso ser de nuestra misma sangre, para destruir con su muerte al
diablo, que mediante la muerte, dominaba a los hombres, y para liberar a
aquellos que, por temor a la muerte, vivían como esclavos toda su vida.
Pues como bien saben, Jesús no vino a ayudar a los ángeles, sino a los
descendientes de Abraham; por eso tuvo que hacerse semejante a sus hermanos en
todo, a fin de llegar a ser sumo sacerdote, misericordioso con ellos y fiel en
las relaciones que median entre Dios y los hombres, y expiar así los pecados
del pueblo. Como él mismo fue probado por medio del sufrimiento, puede ahora
ayudar a los que están sometidos a la prueba.
Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Lc 2, 32
R. Aleluya, aleluya.
Cristo es la luz que alumbra a las naciones y la gloria de tu pueblo,
Israel. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Mis ojos han visto al Salvador.]
Del santo Evangelio según san Lucas 2, 22-40
Transcurrido el tiempo de la purificación de María, según la ley de
Moisés, ella y José llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor, de
acuerdo con lo escrito en la ley: Todo primogénito varón será consagrado al
Señor, y también para ofrecer, como dice la ley, un par de tórtolas o dos
pichones.
Vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón, varón justo y temeroso de
Dios, que aguardaba el consuelo de Israel; en él moraba el Espíritu Santo, el
cual le había revelado que no moriría sin haber visto antes al Mesías del
Señor. Movido por el Espíritu, fue al templo, y cuando José y María entraban
con el niño Jesús para cumplir con lo prescrito por la ley, Simeón lo tomó en
brazos y bendijo a Dios, diciendo:
“Señor, ya puedes dejar morir en paz a tu siervo, según lo que me
habías prometido, porque mis ojos han visto a tu Salvador, al que has preparado
para bien de todos los pueblos; luz que alumbra a las naciones y gloria de tu
pueblo, Israel”.
El padre y la madre del niño estaban admirados de semejantes palabras.
Simeón los bendijo, y a María, la madre de Jesús, le anunció: “Este niño ha
sido puesto para ruina y resurgimiento de muchos en Israel, como signo que
provocará contradicción,
para que queden al descubierto los pensamientos de todos los corazones.
Y a ti, una espada te atravesará el alma”.
Había también una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser.
Era una mujer muy anciana. De joven, había vivido siete años casada y tenía ya
ochenta y cuatro años de edad. No se apartaba del templo ni de día ni de noche,
sirviendo a Dios
con ayunos y oraciones. Ana se acercó en aquel momento, dando gracias a
Dios y hablando del niño a todos los que aguardaban la liberación de Jerusalén.
Una vez que José y María cumplieron todo lo que prescribia la ley del
Señor, se volvieron Galilea, a su ciudad de Nazaret. El niño iba creciendo y
fortaleciéndose, se llenaba de sabiduría y la gracia de Dios esta con él.]
Palabra del Señor.
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos a Jesús que –para cumplir la ley de Moisés– quiso ser presentado
en el templo y pidámosle que ruegue por nosotros sus hermanos:
1. Para que Cristo, luz que resplandece sobre la faz de la Iglesia,
conceda a sus fieles convertirse en luz del mundo y en sal de la tierra,
roguemos al Señor.
2. Para que el Salvador del mundo sea anunciado y presentado ante todos
los pueblos y se revele como luz de todas las naciones, roguemos al Señor.
3. Para que los ancianos y los moribundos, al ver que se acerca el fin
de sus días dejen este mundo en paz, seguros de que –terminada su carrera–
verán al Salvador, roguemos al Señor.
4. Para que Cristo, luz que alumbra a todo hombre que viene a este
mundo, no sea para nosotros causa de caída, sino de levantamiento y de
resurrección,
roguemos al Señor.
Señor, Dios todopoderoso, que –en el final de su camino– realizaste los
deseos santos de los ancianos Simeón y Ana, haz que también nuestros ojos
puedan contemplar al Salvador en el templo eterno de tu gloria. Él que vive y
reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que te sea grata, Señor, la ofrenda de tu Iglesia desbordante de alegría,
tú que quisiste que tu Unigénito te fuera ofrecido, como Cordero inmaculado,
para la vida del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO: El misterio de la Presentación del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque al ser presentado hoy en el templo tu Hijo, eterno como tú, fue
proclamado por el Espíritu Santo gloria de Israel y luz de las naciones.
Por eso, nosotros, al acudir hoy llenos de júbilo al encuentro del
Salvador, te alabamos con los ángeles y los santos, diciendo sin cesar: Santo,
Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 2, 30-31
Mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has puesto ante la vista de
todos los pueblos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, por este santo sacramento que acabamos de recibir, lleva a su
plenitud en nosotros la obra de tu gracia, tú, que colmaste las esperanzas de
Simeón; para que, así como él no vio la muerte sin que antes mereciera tener en
sus brazos a Cristo, así nosotros, al salir al encuentro del Señor, merezcamos
alcanzar la vida eterna.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
lunes, 27 de enero de 2025
Evangelio del 28 de enero 2025
Evangelio del 28 de enero 2025
Marcos 3, 31-35
En aquel tiempo, llegaron a donde estaba Jesús, su madre y sus
parientes; se quedaron fuera y lo mandaron llamar. En torno a él estaba sentada
una multitud, cuando le dijeron: "Ahí fuera están tu madre y tus hermanos,
que te buscan".
Él les respondió: "¿Quién es mi madre y quiénes son mis
hermanos?" Luego, mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo:
"Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que cumple la voluntad de
Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre".
Reflexión
Una incorrecta interpretación de este pasaje ha llevado a algunos a
pensar que con estas palabras y esta actitud que nos presenta el evangelista,
Jesús está menospreciando a su Madre, apoyando su actitud de indiferencia
(cuando no de rechazo) hacia María Santísima. Nada más contrario en la
intención de Jesús.
Sin embargo, como siempre, Jesús usa de un evento o situación
particular para instruir a la comunidad. La familia de Jesús no es simplemente
la familia biológica, unida por los lazos de sangre, sino quien cumple la
voluntad de Dios. Con ello destaca el hecho de que María, como lo reconocerá
siempre la comunidad cristiana, es el modelo perfecto de aquellos que hacen la
voluntad de Dios, por lo que no sólo es su madre en sentido biológico, sino
también lo es de manera espiritual, y por ello trascendente.
Por ello pertenecerán realmente a la familia de Jesús y María aquellos
que hacen la voluntad de Dios. ¿Podríamos decir que nosotros formamos parte de
esta familia?
domingo, 26 de enero de 2025
Evangelio del 27 de enero 2025
Evangelio del 27 de enero 2025
Marcos 3, 22-30
En aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían
acerca de Jesús: "Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los
demonios, y por eso los echa fuera".
Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas:
"¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido
en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede
subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se
divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la
casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Sólo así
podrá saquear la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonarán todos sus pecados y
todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca
tendrá perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús dijo esto, porque lo
acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo.
Reflexión
Este pasaje nos sirve para ilustrar en qué consiste el pecado contra el
Espíritu Santo. Los escribas y fariseos, con tal de desacreditar a Jesús, hacen
aparecer todas las obras buenas realizadas por él como si fueran hechas gracias
a la acción del demonio. Esto no es otra cosa que un rechazo consciente (pues
ellos mismos han sido testigos de ello) de la gracia de Dios; es una
resistencia a la conversión.
Esto desafortunadamente puede suceder también en nuestra propia vida
cuando de manera sistemática rechazamos la invitación de Dios a convertirnos, a
dejar nuestra vida de pecado y para ello inventamos toda clase de excusas, las
cuales nos mantienen al margen del amor de Dios. Pecar contra el Espíritu,
entonces, no consiste en hablar mal de él, sino en rechazar la invitación de
Dios a la vida de la gracia.
Esto puede incluir, el encerrarnos detrás de posiciones teológicas,
filosóficas o científicas que van bloqueando la acción de la gracia que busca
la unidad y la paz. No desaproveches hoy la oportunidad que Dios te da para
amarle más y para descubrir en él la única fuente de la verdad y de la
auténtica felicidad.
viernes, 24 de enero de 2025
Evangelio del 25 de enero 2025
Evangelio del 25 de enero 2025
Marcos 16, 15-18
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan
por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se
bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado.
Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído:
arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en
sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a
los enfermos y éstos quedarán sanos".
Reflexión
La fiesta de la "Conversión de San Pablo", nos recuerda el
gran mandamiento de Jesús de evangelizar, pero al mismo tiempo, el hecho de que
no se puede dar lo que no se tiene.
Si hoy en el mundo se vive un paganismo práctico, que lleva a la
violencia, al robo, al atropello de los valores humanos, a la corrupción, es
porque falta en muchos de los cristianos una conversión profunda. Sin embargo,
usando las palabras del apóstol, nos ponemos a pensar: pero ¿cómo creerán, si
no hay quien les anuncie? Y cuando se les anuncia, ¿cómo creerán si la vida de
los que predican no es conforme a lo que predican?
Un solo hombre comprometido y tocado profundamente por el amor de Dios,
recorrió todo el mundo conocido, hablando de Aquél que había cambiado su vida.
Fue así como el mundo pagano se convirtió a la luz y al amor de Cristo.
Déjate tocar por el amor de Dios, y responde con generosidad, siendo
portador de ese amor en tu casa, tu empresa, o tu escuela. Recuerda que Dios te
necesita.
jueves, 23 de enero de 2025
Evangelio del 24 de enero 2025
Evangelio del 24 de enero 2025
Marcos 3, 13-19
En aquel tiempo, Jesús subió al monte, llamó a los que él quiso, y
ellos lo siguieron. Constituyó a doce para que se quedaran con él, para
mandarlos a predicar y para que tuvieran el poder de expulsar a los demonios.
Constituyó entonces a los Doce: a Simón, al cual le impuso el nombre de
Pedro; después, a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, a quienes dio el nombre
de Boanergues, es decir "hijos del trueno"; a Andrés, Felipe,
Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Cananeo y a
Judas Iscariote, que después lo traicionó.
Reflexión
Estos son los nombres de las columnas de la Iglesia. Ellos aprendieron
del Maestro y una vez que descendió el Espíritu Santo se dedicaron a predicar y
a expulsar a los demonios (forma genérica en que san Marcos presenta la misión
de Cristo), es decir, a continuar la labor que el Maestro había iniciado.
Nunca ha sido ni será, tarea fácil hacer realidad el reino de los
cielos, pues hay todavía muchos a quienes es necesario predicar, y hay todavía
muchos demonios que expulsar: es mucho el trabajo por hacer. Por ello, la
iglesia sigue necesitando hombres y mujeres que estén dispuestos a dejarlo todo
para consagrar su vida a estar con el Maestro, para luego continuar su misión
entre los hombres.
Si aún no has decidido el futuro de tu vida, ¿has pensado que tú
pudieras ser uno de estos llamados? Al menos, tenlo como una posibilidad.
miércoles, 22 de enero de 2025
Evangelio del 23 de enero 2025
Evangelio del 23 de enero 2025
Marcos 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del
mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de
Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón,
habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él estaba.
Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para
subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo.
En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que
padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por
espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el
Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
Reflexión
El pasaje que nos presenta hoy san Marcos nos dice que "una
multitud lo seguía". Y nos aclara que lo seguían "porque había sanado
a muchos", por eso todos querían tocarlo.
Sin embargo, ¿cuántos de esta multitud estaban dispuestos a vivir de
acuerdo con la enseñanza del Maestro y a vivir de acuerdo con el Evangelio?
¿Cuántos de los que fueron sanados y liberados de espíritus inmundos, ya una
vez libres de sus males, continuaron viviendo según el estilo de vida propuesto
por Jesús? Al parecer pocos, pues en la escena del juicio de Jesús no hubo
nadie que dijera nada en su favor.
Todavía hoy, muchos de entre nosotros repetimos la misma historia,
seguimos buscando los milagros del Señor, en lugar de buscar al Señor de los
milagros. Más aún, muchas personas, una vez que han recibido la gracia que
tanto necesitaban, no vuelvan a acordarse del Señor, sino hasta que una nueva
necesidad aparece en el horizonte de su vida. ¿Tú estás buscando que Jesús
resuelva tu vida, o buscas vivir de acuerdo con el Evangelio de Jesús?
martes, 21 de enero de 2025
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250126
Jesús lee del libro del profeta Isaías y declara que Él es el cumplimiento de esa profecía. Él se presenta como el enviado para traer buenas noticias a los pobres, libertad a los cautivos, recuperación de la vista a los ciegos y liberar a los oprimidos. Este momento subraya la misión de Jesús de transformar vidas y traer esperanza y salvación.
La reacción inicial de la gente es de asombro y admiración, pero más
tarde, algunos se sienten ofendidos y rechazan a Jesús. Esta narración nos
recuerda que el mensaje de Jesús puede ser desafiador y a veces difícil de
aceptar, pero también es una invitación a abrazar su amor y misericordia.
Podemos reflexionar sobre cómo estamos llamados a seguir el ejemplo de
Jesús en nuestro día a día, llevando esperanza y alivio a quienes nos rodean.
También, es un momento para preguntarnos si estamos abiertos a las sorpresas y
desafíos que el mensaje de Jesús nos presenta.
DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C Domingo 26 de enero 2025
DOMINGO III DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo C
Domingo 26 de enero 2025
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 1. 6
Canten al Señor un cántico nuevo, hombres de toda la tierra, canten al
Señor. Hay brillo y esplendor en su presencia, y en su templo, belleza y
majestad.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestros pasos de manera que podamos
agradarte en todo y así merezcamos, en nombre de tu Hijo amado, abundar en toda
clase de obras buenas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina
contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
Del libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10
En aquellos días, Esdras, el sacerdote, trajo el libro de la ley ante
la asamblea, formada por los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de
razón.
Era el día primero del mes séptimo, y Esdras leyó desde el amanecer
hasta el mediodía, en la plaza que está frente a la puerta del Agua, en
presencia de los hombres, las mujeres y todos los que tenían uso de razón. Todo
el pueblo estaba atento a la lectura del libro de la ley. Esdras estaba de pie
sobre un estrado de madera, levantado para esta ocasión. Esdras abrió el libro
a la vista del pueblo, pues estaba en un sitio más alto que todos, y cuando lo
abrió, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo entonces al Señor, el
gran Dios, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: “¡Amén!”, e
inclinándose, se postraron rostro en tierra.
Los levitas leían el libro de la ley de Dios con claridad y explicaban
el sentido, de suerte que el pueblo comprendía la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote y escriba, y los
levitas que instruían a la gente, dijeron a todo el pueblo: “Este es un día
consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén ustedes tristes ni lloren (porque
todos lloraban al escucharlas palabras de la ley). Vayan a comer
espléndidamente, tomen bebidas dulces y manden algo a los que nada tienen, pues
hoy es un día consagrado al Señor, nuestro Dios. No estén tristes, porque
celebrar al Señor es nuestra fuerza”. Palabra de Dios.
SALMO 18
R/. Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón;
son luz los preceptos del Señor para alumbrar
el camino. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos
del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón.
Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.
SEGUNDA LECTURA
De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios 12, 12-30
Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos
ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo.
Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido
bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos
ha dado a beber del mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos. Si el pie
dijera: “No soy mano, entonces no formo parte del cuerpo”, ¿dejaría por eso de
ser parte del cuerpo? Y si el oído dijera: “Puesto que no soy ojo, no soy del
cuerpo”, ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo,
¿con qué oiríamos? Y si todo el cuerpo fuera oído, ¿con qué oleríamos? Ahora
bien, Dios ha puesto los miembros del cuerpo cada uno en su lugar, según lo
quiso. Si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Cierto que los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo. El ojo
no puede decirle a la mano: “No te necesito”; ni la cabeza, a los pies:
“Ustedes no me hacen falta”. Por el contrario, los miembros que parecen más
débiles son los más necesarios. Y a los más íntimos los tratamos con mayor
decoro, porque los demás no lo necesitan. Así formó Dios el cuerpo, dando más
honor a los miembros que carecían de él, para que no haya división en el cuerpo
y para que cada miembro se preocupe de los demás. Cuando un miembro sufre,
todos sufren con él; y cuando recibe honores, todos se alegran con él.
Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es un miembro de
él. [En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo
lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen
milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a
los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen
todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas
y todos las interpretan? Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 4, 18.
R/. Aleluya, Aleluya.
El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y
proclamar la liberación a los cautivos. R/.
Aleluya.
EVANGELIO
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21
Muchos han tratado de escribir la historia de las cosas que pasaron
entre nosotros, tal y como nos las trasmitieron los que las vieron desde el
principio y que ayudaron en la predicación. Yo también, ilustre Teófilo,
después de haberme informado minuciosamente de todo, desde sus principios,
pensé escribírtelo por orden, para que veas la verdad de lo que se te ha
enseñado. (Después de que Jesús fue tentado por el demonio en el desierto), impulsado
por el Espíritu, volvió a Galilea. Iba enseñando en las sinagogas; todos lo
alababan y su fama se extendió por toda la región. Fue también a Názaret, donde
se había criado. Entró en la sinagoga, como era su costumbre hacerlo los
sábados, y se levantó para hacer la lectura. Se le dio el volumen del profeta
Isaías, lo desenrolló y encontró el pasaje en que estaba escrito: El espíritu
del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar a los pobres la buena
nueva, para anunciar la liberación a los cautivos y la curación a los ciegos,
para dar libertad a los oprimidos y proclamar el año de gracia del Señor.
Enrolló el volumen, lo devolvió al encargado y se sentó. Los ojos de todos los
asistentes a la sinagoga estaban fijos en él. Entonces comenzó a hablar,
diciendo: “Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de
oír”.
Palabra del Señor.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
Oremos a Dios Padre todopoderoso, en cuyas manos está el destino del
universo, y pidámosle confiadamente que escuche las oraciones de su pueblo:
Por la santa Iglesia de Dios, para que busque cada día con mayor afán
el rostro de su Señor, y sus fieles se esfuercen en purificarse de todas sus
faltas y pecados, roguemos al Señor.
Por los que gobiernan las naciones, para que trabajen con interés y
constancia por el bienestar de sus conciudadanos, a fin de que reine entre los
pueblos la justicia y la paz, roguemos al Señor.
Por lo enfermos, los encarcelados y por todos los que sufren, para que
Dios, Padre de misericordia, venga en auxilio de sus necesidades, roguemos al
Señor.
Por todos los que estamos aquí reunidos, para que el Señor nos conceda
perseverar en la fe y progresar en el mutuo amor, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que has enviado a tu Hijo para anunciar el Evangelio a
los pobres, la libertad a los cautivos y a los ciegos la vista, haz que tu
palabra resuene con fuerza en el mundo, y que a nosotros nos transforme en
instrumentos eficaces de libertad y salvación para todos los hombres. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, benignamente, nuestros dones, y santifícalos, a fin de
que nos sirvan para nuestra salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
EL HOMBRE SALVADO POR UN HOMBRE
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno. Porque reconocemos como obra de tu poder admirable no sólo socorrer a
los mortales con tu divinidad, sino haber previsto el remedio en nuestra misma
condición humana, y de lo que era nuestra ruina haber hecho nuestra salvación,
por Cristo, Señor nuestro. Por él, los coros de los ángeles adoran tu gloria
eternamente, gozosos en tu presencia. Permítenos asociarnos a sus voces
cantando con ellos tu alabanza:
Santo, Santo, Santo…
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 33, 6
Acudan al Señor; quedarán radiantes y sus rostros no se avergonzarán.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso que, al experimentar el efecto
vivificante de tu gracia, nos sintamos siempre dichosos por este don tuyo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20250126
«En la Nueva Alianza
"muchos intentaron" escribir Evangelios, pero no todos fueron
aceptados. Vuestro conocimiento de que no sólo se escribieron cuatro
Evangelios, sino muchos, de los que fueron seleccionados y entregados a las
Iglesias los que actualmente tenemos, procede del mismo proemio de Lucas, que
dice lo siguiente: "Puesto que ya muchos han intentado ordenar el relato!
La expresión "han intentado" contiene una latente acusación a
quienes, sin la inspiración del Espíritu Santo, se han aventurado a escribir
evangelios. Ciertamente, Mateo, Marcos, Juan y Lucas no "han
intentado" escribir, sino que, llenos del Espíritu Santo, han escrito
Evangelios. Por lo tanto, "muchos han intentado ordenar el relato de
aquellos acontecimientos que hemos conocido de un modo claramente manifiesto!
La Iglesia tiene cuatro Evangelios; la herejía, muchos; uno de estos últimos
está escrito "según los egipcios; otro "según los doce apóstoles!
También Basílides osó escribir un evangelio y titularlo con su nombre.
"Muchos han intentado" escribir, pero solo cuatro Evangelios han sido
aprobados, de los cuales debemos extraer las verdades sobre la persona de
nuestro Señor y Salvador. Conozco también un evangelio que se llama "según
Tomás," y otro "según Matías'! Y hemos leído también otros muchos, no
vaya a ser que dé la impresión de que desconocemos algo de este tema a los ojos
de quienes piensan que saben algo porque los conocen. Mas entre todos estos
escritos no reconocemos otra cosa que lo que reconoce la Iglesia, es decir:
sólo deben ser aceptados los cuatro Evangelios. Afirmo esto porque de entrada
hemos leído: "Muchos han intentado ordenar el relato de todo lo que
sucedió entre nosotros! Ellos se han esforzado y "han intentado"
escribir sobre sucesos que están ante nuestros ojos con toda claridad»
(Orígenes [c. 1 84-c.253]. Evangelio de Lucas. Homilía 1, 1-2).
Evangelio 22 de enero 2025
Evangelio 22 de enero 2025
Marcos 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que
tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si
curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y
ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en
sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o
hay que dejarlo morir?" Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos
con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre:
"Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se fueron los fariseos y comenzaron a hacer planes con los del
partido de Herodes para matar a Jesús.
Reflexión
Si hay algo destructivo en este mundo y en nuestra vida, es la envidia.
Y es que la envidia es capaz de cegar totalmente el corazón del hombre,
llevándolo a cometer las más nefastas acciones. En el Génesis hemos visto que,
por envidia, Caín mató a Abel.
La envidia de los fariseos será en gran parte la causa de la muerte de
Jesús. Era tanta la dureza de su corazón, que el mismo Jesús se entristeció. No
permitamos que la envidia se adueñe de nuestro corazón. Dios nos ha dado a cada
uno, diferentes dones y carismas. Nuestro deber como cristianos es, no sólo
respetarlos, sino buscar la manera de que éstos se desarrollen plenamente.
La envidia destruye, en cambio, la generosidad y la humildad
construyen. Si vemos a alguno de nuestros hermanos triunfar, alegrémonos con él
y ayudémosle a seguir adelante.
lunes, 20 de enero de 2025
Evangelio del 21 de enero 2025
Evangelio del 21 de enero 2025
Marcos 2, 23-28
Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos
comenzaron a arrancar espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron:
"¿Por qué hacen tus discípulos algo que no está permitido hacer en
sábado?"
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez
que tuvo necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de
Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que
sólo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre y no el
hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Reflexión
La verdad, a los fariseos no les importaba transgredir la ley, sin
embargo, la sabían usar muy bien para su propio beneficio, habían olvidado que
la ley nunca puede ser más importante que la caridad.
Siguiendo este principio, el último canon del Derecho Canónico que rige
a la Iglesia latina, reza así: "la salvación de las almas es la ley
suprema de la Iglesia" (CDC. 1752). No podemos vivir sin leyes, pues nos
ayudan a normar y a dirigir nuestras vidas. Desde nuestros hogares, hasta las
últimas instituciones las leyes son necesarias. Sin embargo, quienes están
encargados de la aplicación de éstas, deben tener siempre en cuenta el
"espíritu" que las han inspirado y que, en última instancia, es el
bien de los individuos y de la comunidad.
Aquellos a los que Dios nos ha puesto al cuidado de la observancia de
la ley (padres, administradores, gobernantes) debemos tener siempre cuidado de
no usarla para beneficio particular sino para el bien de los hermanos.
domingo, 19 de enero de 2025
Evangelio del 20 de enero 2025