Evangelio del 23 de enero 2025

Evangelio del 23 de enero 2025
Marcos 3, 7-12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del
mar, seguido por una muchedumbre de galileos. Una gran multitud, procedente de
Judea y Jerusalén, de Idumea y Transjordania y de la parte de Tiro y Sidón,
habiendo tenido noticias de lo que Jesús hacía, se trasladó a donde él estaba.
Entonces rogó Jesús a sus discípulos que le consiguieran una barca para
subir en ella, porque era tanta la multitud, que estaba a punto de aplastarlo.
En efecto, Jesús había curado a muchos, de manera que todos los que
padecían algún mal, se le echaban encima para tocarlo. Cuando los poseídos por
espíritus inmundos lo veían, se echaban a sus pies y gritaban: "Tú eres el
Hijo de Dios". Pero Jesús les prohibía que lo manifestaran.
Reflexión
El pasaje que nos presenta hoy san Marcos nos dice que "una
multitud lo seguía". Y nos aclara que lo seguían "porque había sanado
a muchos", por eso todos querían tocarlo.
Sin embargo, ¿cuántos de esta multitud estaban dispuestos a vivir de
acuerdo con la enseñanza del Maestro y a vivir de acuerdo con el Evangelio?
¿Cuántos de los que fueron sanados y liberados de espíritus inmundos, ya una
vez libres de sus males, continuaron viviendo según el estilo de vida propuesto
por Jesús? Al parecer pocos, pues en la escena del juicio de Jesús no hubo
nadie que dijera nada en su favor.
Todavía hoy, muchos de entre nosotros repetimos la misma historia,
seguimos buscando los milagros del Señor, en lugar de buscar al Señor de los
milagros. Más aún, muchas personas, una vez que han recibido la gracia que
tanto necesitaban, no vuelvan a acordarse del Señor, sino hasta que una nueva
necesidad aparece en el horizonte de su vida. ¿Tú estás buscando que Jesús
resuelva tu vida, o buscas vivir de acuerdo con el Evangelio de Jesús?
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