Jesús lee del libro del profeta Isaías y declara que Él es el cumplimiento de esa profecía. Él se presenta como el enviado para traer buenas noticias a los pobres, libertad a los cautivos, recuperación de la vista a los ciegos y liberar a los oprimidos. Este momento subraya la misión de Jesús de transformar vidas y traer esperanza y salvación.
La reacción inicial de la gente es de asombro y admiración, pero más
tarde, algunos se sienten ofendidos y rechazan a Jesús. Esta narración nos
recuerda que el mensaje de Jesús puede ser desafiador y a veces difícil de
aceptar, pero también es una invitación a abrazar su amor y misericordia.
Podemos reflexionar sobre cómo estamos llamados a seguir el ejemplo de
Jesús en nuestro día a día, llevando esperanza y alivio a quienes nos rodean.
También, es un momento para preguntarnos si estamos abiertos a las sorpresas y
desafíos que el mensaje de Jesús nos presenta.
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