Evangelio del 30 de enero 2025

Evangelio del 30 de enero 2025
Marcos 4, 21-25
En aquel tiempo, Jesús dijo a la
multitud: "¿Acaso se enciende una vela para meterla debajo de una olla o
debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero? Porque si algo está
escondido, es para que se descubra; y si algo se ha ocultado, es para que salga
a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga".
Siguió hablándoles y les dijo:
"Pongan atención a lo que están oyendo. La misma medida que utilicen para
tratar a los demás, esa misma se usará para tratarlos a ustedes, y con creces.
Al que tiene, se le dará; pero al que tiene poco, aun eso poco se le
quitará".
Reflexión
Jesús en este pasaje nos da dos
enseñanzas, la primera sobre nuestro ser cristiano, el cual debe notarse y la
segunda, sobre la caridad y el respeto a los demás. Quisiera insistir en la
primera, que es la base para la segunda.
No basta ser bautizados, dentro
de nosotros se esconde un misterio que tiene que manifestarse a los demás. Dios
ha puesto su Espíritu Santo y su Palabra, en cada uno de nosotros, como una luz
que no puede quedarse sólo en nuestro corazón, sino que ha de ser conocida y
amada por toda la humanidad. En la medida que dejemos que el Espíritu dirija
nuestra vida y hablemos de Jesús a los que nos rodean, en esa medida la luz
brilla y el reino de los cielos va siendo una realidad.
No tengamos miedo de dejar que
Jesús y la vida en el Espíritu se transparenten en nosotros. Somos el
instrumento por el cual el mundo conocerá de una manera más clara a Dios. ¿Es
tu vida un reflejo de la vida del Espíritu?
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