lunes, 15 de septiembre de 2025

UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20250921

 

El derecho al trabajo digno y bien remunerado es una protección que no se puede pisotear. Algunas medidas tomadas en el país "descobijan a un santo para cobijar a otro". Las ayudas a los adultos mayores y a las personas con alguna discapacidad son incuestionables. Quienes no pueden emplearse en este mundo tan competido, necesitan del apoyo solidario de la sociedad. No obstante, parece injusto aplicar a rajatabla una política de despidos de manera indiscriminada. El lamento del Evangelio ha resonado con transparencia en la vida de muchos empleados del sector público: "¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón me quita el empleo?". El abuso de poder es contrario al bienestar general. No es justo ofrecer dádivas a costa de derechos legítimos de terceros. La justa demanda social que pide poner un freno dispendio y a los privilegios es digna de reconocimiento y apoyo ciudadano. Las reformas se tendrán que con bisturí y no con machete.

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