Inclina tu oído, Señor, y escúchame. Salva a tu siervo, que confía en
ti. Ten piedad de mí, Dios mío, pues sin cesar te invoco.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de tus fieles,
impulsa a tu pueblo a amar lo que mandas y a desear lo que prometes, para que,
en medio de la inestabilidad del mundo, estén firmemente anclados nuestros
corazones donde se halla la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por
los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Traerán de todos los países a los hermanos de ustedes.
Del libro del profeta Isaías 66, 18-21
Esto dice el Señor: “Yo vendré para reunir a las naciones de toda
lengua. Vendrán y verán mi gloria. Pondré en medio de ellos un signo, y enviaré
como mensajeros a algunos de los supervivientes hasta los países más lejanos y
las islas más remotas, que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria, y
ellos darán a conocer mi nombre a las naciones.
Así como los hijos de Israel traen ofrendas al templo del Señor en
vasijas limpias, así también mis mensajeros traerán, de todos los países, como
ofrenda al Señor, a los hermanos de ustedes a caballo, en carro, en literas, en
mulos y camellos, hasta mi monte santo de Jerusalén. De entre ellos escogeré
sacerdotes y levitas”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 116
R/. Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todas las naciones, que lo aclamen todos los
pueblos. R.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por
siempre. R.
SEGUNDA LECTURA
El Señor corrige a los que ama
De la carta a los hebreos 12, 5-7. 11-13
Hermanos: Ya se han olvidado ustedes de la exhortación que Dios les
dirigió, como a hijos, diciendo: Hijo mío, no desprecies la corrección del
Señor, ni te desanimes cuando te reprenda. Porque el Señor corrige a los que
ama, y da azotes a sus hijos predilectos. Soporten, pues, la corrección, porque
Dios los trata como a hijos; ¿y qué padre hay que no corrija a sus hijos?
Es cierto que de momento ninguna corrección nos causa alegría, sino más
bien tristeza. Pero después produce, en los que la recibieron, frutos de paz y
de santidad.
Por eso, robustezcan sus manos cansadas y sus rodillas vacilantes;
caminen por un camino plano, para que el cojo ya no se tropiece, sino más bien
se alivie. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Jn 14, 6)
R/. Aleluya, aleluya.
Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre, si no es por
mí, dice el Señor. R/.
EVANGELIO
Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete del
Reino de Dios.]
Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30
En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras
se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: “Señor, ¿es verdad que son
pocos los que se salvan?”
Jesús le respondió: “Esfuércense por entrar por la puerta, que es
angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando
el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se
quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: ‘¡Señor, ábrenos!’
Pero él les responderá: ‘No sé quiénes son ustedes’.
Entonces le dirán con insistencia: ‘Hemos comido y bebido contigo y tú
has enseñado en nuestras plazas’. Pero él replicará: ‘Yo les aseguro que no sé
quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal’.
Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a
Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados
fuera.
Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y
participarán en el banquete del Reino de Dios. Pues los que ahora son los
últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los
últimos”. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Pidamos al Señor que venga en nuestro auxilio y, por el honor de su
nombre, escuche nuestra oración:
1. Para que el Señor, en su
infinita bondad, se acuerde de todos los que anuncian la palabra de Dios y
bendiga a todos los fieles que aman a Jesucristo, roguemos al Señor.
2. Para que Dios conceda a los
que trabajan la tierra lluvias oportunas y buenas cosechas, dé acierto a los
que enseñan, docilidad y constancia a los que estudian, roguemos al Señor.
3. Para que el Señor infunda
en el corazón de los pecadores un sincero arrepentimiento de sus pecados y les
dé fuerza para no recaer en el mal, roguemos al Señor.
4. Para que el Señor conceda
sus dones a nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que obtengan las
riquezas de los bienes eternos, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que invitas a los hombres a entrar por la puerta estrecha
de la cruz hacia el gozoso banquete de tu Reino, danos la fuerza de tu
Espíritu, para que, siguiendo las huellas de tu Hijo, tengamos parte en la mesa
festiva de su gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que con un mismo y único sacrificio adquiriste para ti un pueblo
de adopción, concede, propicio, a tu Iglesia, los dones de la unidad y de la
paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Historia de la salvación
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Porque naciendo, restauró nuestra naturaleza
caída; padeciendo en la cruz, borró nuestros pecados; resucitando de entre los
muertos, nos proporcionó el acceso a la vida eterna, y ascendiendo hasta ti,
Padre, nos abrió las puertas del Reino de los cielos. Por eso, unidos a la
multitud de los ángeles y de los santos, te aclamamos, llenos de alegría:
Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Cfr. Jn 6, 54)
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, dice el
Señor; y yo lo resucitaré en el último día.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que la obra salvadora de tu misericordia fructifique
plenamente en nosotros, y haz que, con la ayuda continua de tu gracia, de tal
manera tendamos a la perfección, que podamos siempre agradarte en todo. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
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