EL BAUTISMO DEL SEÑOR

EL BAUTISMO DEL SEÑOR
Domingo 12 de enero 2025
MR p. 188 [199] / Lecc. I p. 262. Semana I del Salterio.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Mt 3, 16-17
Inmediatamente después de que Jesús recibió el bautismo, se abrieron
los cielos y el Espíritu Santo se posó sobre él en forma de paloma, y resonó la
voz del Padre que decía: “Este es mi Hijo amado, en quien he puesto todo mi
amor”.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que proclamaste solemnemente a Jesucristo
como tu Hijo muy amado, cuando, al ser bautizado en el Jordán, descendió el
Espíritu Santo sobre él, concede a tus hijos de adopción, renacidos del agua y
del Espíritu Santo, que se conserven siempre dignos de tu complacencia. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán.]
Del libro del profeta Isaías 40, 1-5. 9-11
“Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón
de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y
que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del
Señor castigo doble por todos sus pecados”.
Una voz clama: “Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan
en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo
monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane.
Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán”. Así ha
hablado la boca del Señor.
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza
con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y
no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: “Aquí está su Dios. Aquí llega el
Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo.
El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como
pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién
nacidos y atenderá solícito a sus madres”. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 103
R. Bendice al Señor, alma mía.
Bendice, al Señor, alma mía; Señor y Dios mío, inmensa es tu grandeza.
Te vistes de belleza y majestad, la luz te envuelve como un manto, R.
Por encima de las aguas construyes tu morada. Las nubes son tu carro;
los vientos, tus alas y mensajeros; y tus servidoras, las ardientes llamas. R.
¡Qué numerosas son tus obras, Señor, y todas las hiciste con maestría!
La tierra está llena de tus creaturas, y tu mar, enorme a lo largo y a lo
ancho, está lleno de animales pequeños y grandes. R.
Todos los vivientes aguardan que les des de comer a su tiempo; les das
el alimento y lo recogen, abres tu mano y se sacian de bienes. R.
Si retiras tu aliento, toda creatura muere y vuelve al polvo. Pero
envías tu espíritu, que da vida, y renuevas el aspecto de la tierra. R.
SEGUNDA LECTURA
[Él nos salvó mediante el bautismo, que nos regenera y nos renueva, por
la acción del Espíritu Santo.]
De la carta del apóstol san Pablo a Tito 2, 11-14; 3, 4-7
Querido hermano: La gracia de Dios se ha manifestado para salvar a
todos los hombres y nos ha enseñado a renunciar a la irreligiosidad y a los
deseos mundanos, para que vivamos, ya desde ahora, de una manera sobria, justa
y fiel a Dios, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y salvador, Cristo
Jesús, nuestra esperanza. Él se entregó por nosotros para redimirnos de todo
pecado y purificarnos, a fin de convertirnos en pueblo suyo, fervorosamente
entregado a practicar el bien.
Al manifestarse la bondad de Dios, nuestro salvador, y su amor a los
hombres, él nos salvó, no porque nosotros hubiéramos hecho algo digno de
merecerlo, sino por su misericordia. Lo hizo mediante el bautismo, que nos
regenera y nos renueva, por la acción del Espíritu Santo, a quien Dios derramó
abundantemente sobre nosotros, por Cristo, nuestro salvador. Así, justificados
por su gracia, nos convertiremos en herederos, cuando se realice la esperanza
de la vida eterna. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Lc 3, 16
R. Aleluya, aleluya.
Ya viene otro más poderoso que yo, dijo Juan el Bautista;
él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió.]
Del santo Evangelio según san Lucas 3, 15-16. 21-22
En aquel tiempo, como el pueblo estaba en expectación y todos pensaban
que quizá Juan el Bautista era el Mesías, Juan los sacó de dudas, diciéndoles:
“Es cierto que yo bautizo con agua, pero ya viene otro más poderoso que yo, a
quien no merezco
desatarle las correas de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu
Santo y con fuego”.
Sucedió que entre la gente que se bautizaba, también Jesús fue
bautizado. Mientras éste oraba, se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó
sobre él en forma sensible, como de una paloma, y del cielo llegó una voz que
decía: “Tú eres mi Hijo, el predilecto; en ti me complazco”. Palabra del Señor.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos a nuestro Salvador, que quiso ser bautizado para santificar
nuestro bautismo, y pidámosle que se compadezca de quienes ha querido que
fueran sus hermanos:
1. Para que Cristo, en quien el Padre se complace, mire con amor a
todos los que se preparan para el bautismo o la confirmación, o preparan el bautismo
o la confirmación de sus hijos, roguemos al Señor.
2. Para que Cristo ilumine a los que buscan a Dios con sinceridad de
corazón y les haga oír la voz del Padre que los llama a escuchar a su Hijo
amado, y los conduzca hacia el baño de regeneración, roguemos al Señor.
3. Para que Cristo –el Enviado del Padre, que no quiebra la caña
resquebrajada ni apaga la mecha que aún humea– conceda la salud a los que viven
oprimidos por los poderes del enemigo malo, roguemos al Señor.
4. Para que Cristo –el Hijo amado, que quiso ser bautizado por Juan en
el Jordán– nos haga descubrir y amar la grandeza del bautismo cristiano, don
del amor de Dios a los hombres, roguemos al Señor.
Padre todopoderoso, que haces resonar tu voz magnífica en las aguas del
bautismo y en la unción de la confirmación, escucha nuestras oraciones, y concede
a los renacidos del agua y del Espíritu ser testigos valientes de la fe que
profesan. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la manifestación de tu
Hijo muy amado, para que la oblación de tus hijos se convierta en el mismo
sacrificio de aquel que quiso en su misericordia lavar los pecados del mundo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
El Bautismo del Señor.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno.
Porque mostraste en el Jordán con signos admirables el misterio del
nuevo bautismo, para que por aquella voz, venida del cielo, creyéramos que tu
Palabra ya estaba habitando entre nosotros y, por el Espíritu Santo, que
descendió en forma de paloma, se supiera que Cristo, tu Siervo, era ungido con
óleo de alegría y enviado a anunciar el Evangelio a los pobres. Por eso, a una
con los coros de los ángeles, te alabamos continuamente en la tierra, aclamando
sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Jn 1, 32. 34
Este es aquel de quien Juan decía: Yo lo he visto y doy testimonio de
que él es el Hijo de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con estos sagrados dones, imploramos, Señor, tu clemencia,
para que, escuchando fielmente a tu Unigénito, nos llamemos y seamos de verdad
hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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