Evangelio del 30 de agosto 2024 Mateo 13, 44-46
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "El Reino de los cielos
se parece a un tesoro escondido en un campo. El que lo encuentra lo vuelve a
esconder y, lleno de alegría, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo.
El Reino de los cielos se parece también a un comerciante en perlas
finas que, al encontrar una perla muy valiosa, va y vende cuanto tiene y la
compra".
Reflexión
En esta sección de su evangelio, Mateo coleccionó una serie de
parábolas de Jesús en las que ilustra lo que significa el Reino. En este par de
parábolas, nos deja ver que el Reino es algo tan maravilloso que, quien lo
descubre, podríamos hoy decir, quien lo experimenta, tiene por
"basura", como dirá san Pablo, todo lo demás.
Quien ha tenido la experiencia de Dios, quien ha experimentado que Dios
le ama, se da cuenta que la vida en su amor, la vida en el Reino es la única
que vale la pena vivirse, es tal la felicidad, la paz, el gozo que experimenta
viviendo en el Reino, que desprecia sufrimientos, humillaciones y hasta la vida
misma, con tal de permanecer en él. La vida vivida en Jesús, por medio del
Espíritu Santo, es decir, la vida del Reino es tan hermosa que nada se puede
comparar a ella.
Si hoy el mundo continúa fascinado con los placeres, la moda y otras
vanidades, es porque no ha descubierto esta perla preciosa, es porque no se ha
dejado seducir por el amor de Dios, es porque no ha probado la vida que ofrece
el Evangelio. Si tú todavía no la has vivido, si todavía no la has
experimentado, pídele en tu oración a Jesús el poder descubrir esa perla, ese
tesoro, pues esto cambiará totalmente tu vida.
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