Evangelio del 30 de julio 2024 Mateo 13, 36-43
Jesús les contestó: "El
sembrador de la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la
buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del
demonio; el enemigo que la siembra es el demonio; el tiempo de la cosecha es el
fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Y así como recogen la cizaña y la
queman en el fuego, así sucederá al fin del mundo: el Hijo del hombre enviará a
sus ángeles para que arranquen de su Reino a todos los que inducen a otros al
pecado y a todos los malvados, y los arrojen en el horno encendido. Allí será
el llanto y la desesperación. Entonces los justos brillarán como el sol en el
Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga".
Reflexión
Si hemos ido siguiendo la
liturgia de los últimos días, notaremos que no hay una continuidad en ella.
Esto es debido a que la liturgia
sólo toma los pasajes que nos van conduciendo a lo largo del mensaje
evangélico, pero omite algunos elementos que son importantes. Por ello,
queremos insistirles en la necesidad de seguir nuestra lectura diaria de la
Escritura y no de los misales (o de este mismo servicio), los cuales están
organizados de manera litúrgica y que, por lo tanto, en ocasiones saltan
algunos pasajes como es el caso de cuando se atraviesan fiestas especiales u
omiten algunos versículos para centrar la reflexión sólo en algunos pasajes de
Jesús.
Si verdaderamente queremos
entender mejor y tener, no sólo el texto sino también el contexto, es necesario
hacer nuestra lectura directamente desde nuestra propia Biblia. Esto, además,
nos permite tomar algunas notas, subrayar algunas ideas importantes y sobre
todo, ir directamente al texto, al cual más adelante nos podremos referir. Cada
cristiano debe tener su propia Biblia, ¿tú ya tienes la tuya?
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