jueves, 19 de diciembre de 2024

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 201229

 


 


«Cuando cumplió los doce años se quedó en Jerusalén. Sus padres, que no lo saben, lo buscan preocupados y no lo encuentran. "Buscan entre los parientes", buscan "en la comitiva buscan "entre los conocidos" y entre todos ellos no lo encuentran. (...) Porque a Jesús no se le encuentra entre parientes y allegados según la carne ni entre los que están unidos por vínculos de sangre. No se puede encontrar a mi Jesús en compañía de muchos. Aprende cuándo lo encuentran al buscarlo, para que tú también lo encuentres cuando lo busques junto con José y María. Y buscándolo -dice-, lo encontraron en el templo. No en cualquier otro lugar, sino "en el templo; y no simplemente "en el templo", sino "en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles! Por lo tanto, busca también tú a Jesús "en el templo" de Dios, búscalo en la Iglesia, búscalo entre los maestros que están "en el templo" y no lo abandonan; porque si lo buscas así, lo encontrarás. Es más, si uno se dice a sí mismo que es maestro y no tiene a Jesús, ése es maestro sólo de nombre, y por consiguiente en él no se puede encontrar a Cristo, que es el Verbo de Dios y la sabiduría. Fue encontrado -dice- "en medio de los doctores! Como está escrito en otro pasaje a propósito de los profetas, del mismo modo hay que entender aquí la expresión "en medio de los doctores! Lo encuentran "sentado en medio de los doctores"; y no sólo "sentado; sino "oyéndolos y preguntándoles'! También ahora está Jesús presente, nos pregunta y nos oye hablar. Y todos quedaban estupefactos, dice. ¿De qué se admiraban? No de sus preguntas, por más que éstas fueran dignas de admiración, sino "de sus respuestas"» (Orígenes [c. 184-c.2531. Homilías sobre el Evangelio de Lucas. Homilía XVIII, 2-3)
 

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