domingo, 3 de noviembre de 2024

Evangelio del 4 de noviembre 2024 Lucas 14, 12-14


 

En aquel tiempo, Jesús dijo al jefe de los fariseos que lo había invitado a comer:
"Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque puede ser que ellos te inviten a su vez, y con eso quedarías recompensado.

Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos y a los ciegos; y así serás dichoso, porque ellos no tienen con qué pagarte; pero ya se te pagará, cuando resuciten los justos". Palabra del Señor.
 

REFLEXIÓN


Prosigue el discurso de sobremesa en casa del presuntuoso fariseo que había invitado a Jesús. Al hablar de la elección de los “asientos preferentes” hay que saber ocupar, atinadamente, el propio puesto con espíritu de humildad. Hoy al hablar de los “criterios” para la elección de los comensales– nuestro Divino Maestro nos recuerda que la ley del Reino no puede ser la conveniencia egoísta, sino el amor y la gratuidad, a ejemplo suyo. Quien lo imite en esta entrega desinteresada al hermano será recompensado por Él «cuando resuciten los justos»

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