viernes, 29 de noviembre de 2024
Evangelio del 30 de noviembre 2024
Evangelio del 30 de noviembre 2024
Mateo 4, 18-22
Una vez que Jesús caminaba por la ribera del mar de Galilea,
vio a dos hermanos, Simón, llamado después Pedro, y Andrés, los cuales estaban
echando las redes al mar, porque eran pescadores. Jesús les dijo: "Síganme
y los haré pescadores de hombres". Ellos inmediatamente dejaron las redes
y lo siguieron.
Pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Santiago y
Juan, hijos de Zebedeo, que estaban con su padre en la barca, remendando las
redes, y los llamó también. Ellos, dejando enseguida la barca y a su padre, lo
siguieron.
Reflexión
Jesús continúa llamando hombres y mujeres, pues como él
mismo lo dijo: "la mies es mucha y los trabajadores pocos".
Tú, como yo, hemos sido llamados a cooperar con él para
"pescar hombres", para anunciar la buena nueva del evangelio.
Todas las vocaciones en la iglesia son santas y tienen como
último propósito la construcción del reino. Tanto el sacerdote, como el casado,
así como aquellos que deciden consagrar su vida en celibato, estamos
comprometidos a mostrar en nuestra vida la presencia de Dios, esto implica
dejar todo lo que pudiera ser contrario a ella.
La invitación permanece abierta y cada vez más apremiante.
Ojalá y cada vez haya más hombres y mujeres que decidan seguir con radicalidad
y con amor a Jesús y aceptar su llamado de amor.
jueves, 28 de noviembre de 2024
Evangelio del 29 de noviembre 2024
Evangelio del 29 de noviembre 2024
Lucas 21, 29-33
En aquel tiempo, Jesús propuso a
sus discípulos esta comparación: "Fíjense en la higuera y en los demás
árboles. Cuando ven que empiezan a dar fruto, saben que ya está cerca el
verano. Así también, cuando vean que suceden las cosas que les he dicho, sepan
que el Reino de Dios está cerca. Yo les aseguro que antes de que esta
generación muera, todo esto se cumplirá. Podrán dejar de existir el cielo y la
tierra, pero mis palabras no dejarán de cumplirse".
Reflexión
Al terminar nuestro ciclo
litúrgico, la Iglesia nos trae a la memoria la palabra de Jesús: "El
tiempo pasará pero mis palabras no pasarán". Han pasado casi dos mil años
desde que Jesús anunció esto a sus discípulos y podemos ver cuán estable es la
Palabra de Dios, pues todavía sigue siendo la luz de los corazones que se dejan
iluminar por ella.
El Reino está realmente cerca,
pero esta cercanía no se refiere únicamente a la cuestión cronológica, sino a
la vecindad que hay entre éste y nosotros. Basta dejarse llenar de esta luz de
Dios, luz que viene de la Revelación, para que se abra ante nosotros el
panorama del Reino.
Dios está con nosotros y nos
acompañará hasta el final de los siglos. Estemos atentos a las manifestaciones
de Dios en nuestra vida y dejemos que esta Palabra que no pasa, sea siempre
nuestra fuente de sabiduría y manjar del corazón.
miércoles, 27 de noviembre de 2024
Evangelio del 28 de noviembre 2024
Evangelio del 28 de noviembre
2024
Lucas 21, 20-28
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: "Cuando vean a Jerusalén sitiada por un ejército, sepan que se
aproxima su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a los
montes; los que estén en la ciudad, que se alejen de ella; los que estén en el
campo, que no vuelvan a la ciudad; porque esos días serán de castigo para que
se cumpla todo lo que está escrito.
¡Pobres de las que estén
embarazadas y de las que estén criando en aquellos días! Porque vendrá una gran
calamidad sobre el país y el castigo de Dios se descargará contra este pueblo.
Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones y
Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que se cumpla el plazo que Dios
les ha señalado.
Habrá señales prodigiosas en el
sol, en la luna y en las estrellas. En la tierra las naciones se llenarán de
angustia y de miedo por el estruendo de las olas del mar; la gente se morirá de
terror y de angustiosa espera por las cosas que vendrán sobre el mundo, pues
hasta las estrellas se bambolearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre en
una nube, con gran poder y majestad. Cuando estas cosas comiencen a suceder,
pongan atención y levanten la cabeza, porque se acerca la hora de su
liberación".
Reflexión
Este evangelio en sus últimos
versículos nos presenta la actitud que el cristiano debe tener ante el fin del
mundo. Para el cristiano, como diría san Pablo: "la vida es Cristo y la
muerte una ganancia". El cristiano vive gozosamente la llegada del Reino
pues para él, la llegada de Cristo es el momento más gozoso y esperado.
Este encuentro con Aquél a quien
tanto se ha amado y por quien tanto se puede haber sufrido, es el momento más
precioso del cristiano. Este momento puede ocurrir de manera particular, es
decir, cuando una persona muere, o de manera colectiva, que será la llegada
definitiva de Cristo.
No sabemos qué ocurrirá primero.
Los cristianos del tiempo de Lucas pensaban que era inminente, pero Jerusalén
fue totalmente destruida y todavía estamos esperando. Vivamos, pues,
alegremente y con una esperanza llena de optimismo en el amor de Aquél que nos
espera en la casa del Padre.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20241201
«La esperanza nos sostiene. Es saludable el aviso del Señor, nuestro
maestro, que el que persevere hasta el final se salvará. Y también este otro:
si os mantenéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la
verdad, y la verdad os hará libres. Hemos de tener paciencia, y perseverar,
hermanos queridos, para que, después de haber sido admitidos a la esperanza de
la verdad y de la libertad, podamos alcanzar la verdad y la libertad mismas.
Porque el que seamos cristianos es por la fe y la esperanza; pero es necesaria
la paciencia, para que esta fe y esta esperanza lleguen a dar su fruto. Pues no
vamos en pos de una gloria presente; buscamos la futura, conforme a la
advertencia del apóstol Pablo cuando dice: en esperanza fuimos salvados. Y una
esperanza que se ve ya no es esperanza. ¿Cómo seguirá esperando uno aquello que
se ve? Cuando esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia. Así
pues, la esperanza y la paciencia nos son necesarias para completar en nosotros
lo que hemos empezado a ser, y para conseguir, por concesión de Dios, lo que
creemos y esperamos. En otra ocasión, el mismo Apóstol recomienda a los justos
que obran el bien y guardan sus tesoros en el cielo, para obtener el ciento por
uno, que tengan paciencia, diciendo: mientras tenemos ocasión, trabajemos por
el bien de todos, especialmente por el de la familia de la fe. No nos cansemos
de hacer el bien, que, si no desmayamos, a su tiempo cosecharemos. Estas
palabras exhortan a que nadie, por impaciencia, decaiga en el bien obrar o,
solicitado y vencido por la tentación, renuncie en medio de su brillante
carrera, echando así a perder el fruto de lo ganado, por dejar sin terminar lo
que empezó» (San Cipriano [c 200-258]. Tratado sobre los bienes de la Paciencia
13-15).
DOMINGO I DE ADVIENTO Ciclo C
DOMINGO I DE ADVIENTO Ciclo C
Domingo 1 de diciembre 2024
“Estad despiertos en todo tiempo”
Comenzamos con este Domingo el tiempo del Adviento, el tiempo litúrgico
con el que los cristianos comenzamos el nuevo Año Litúrgico. Tiempo de espera y
de preparación, de camino y de horizonte, tiempo anterior a la Navidad, tiempo
que nos prepara para la venida de Cristo. ¿Pero qué venida es esa? Jesús de
Nazaret, el Verbo hecho carne, el Hijo de Dios vivo, ya vino hace dos mil y
pico de años. ¿Cómo decir entonces que esperamos el nacimiento de Cristo? ¿Cómo
decir que esperamos su venida? La Iglesia espera la venida de Cristo desde tres
prismas. Tres dimensiones hay en esta espera, en este anuncio de la Venida de
Cristo, que tienen que ver tanto con las virtudes teologales de la Fe, el Amor
y la Esperanza, como con las Tres Personas Divinas de la Trinidad. Tres venidas
que son la histórica en la que ya llegó Cristo, la diaria en la que viene el
Espíritu a nuestra vida, y la que vendrá, en el final de los tiempos, el mismo
Padre para llevar a la creación a su plenitud.
ANTÍFONA DE ENTRADA
A ti, Señor, levanto mi alma; Dios mío, en ti confío, no quede yo
defraudado, que no triunfen de mí mis enemigos; pues los que esperan en ti no
quedan defraudados. (Cfr. Sal 24, 1-3)
NO SE DICE GLORIA
ORACIÓN COLECTA
Concede a tus fieles, Dios todopoderoso, el deseo de salir al encuentro
de Cristo, que viene a nosotros, para que, mediante la práctica de las buenas
obras, colocados un día a tu derecha, merezcamos poseer el reino celestial. Por
nuestro Señor Jesucristo…
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Lectura del profeta Jeremías 33, 14-16
Ya llegan días —oráculo del Señor— en que cumpliré la promesa que hice
a la casa de Israel y a la casa de Judá. En aquellos días y en aquella hora,
suscitaré a David un vástago legítimo que hará justicia y derecho en la tierra.
En aquellos días se salvará Judá, y en Jerusalén vivirán tranquilos, y la
llamarán así: “El Señor es nuestra justicia”.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 24
R. A ti, Señor, levanto mi alma
Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine
con lealtad; enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.
El Señor es bueno y es recto, y enseña el camino a los pecadores; hace
caminar a los humildes con rectitud, enseña su camino a los humildes. R/.
Las sendas del Señor son misericordia y lealtad para los que guardan su
alianza y sus mandatos. El Señor se confía a los que lo temen, y les da a
conocer su alianza. R/.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses
3, 12 – 4, 2
Hermanos: Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de
amor a todos, lo mismo que nosotros os amamos a vosotros; y que afiance así
vuestros corazones, de modo que os presentéis ante Dios, nuestro Padre, santos
e irreprochables en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos. Por
lo demás, hermanos os rogamos y os exhortamos en el Señor Jesús: ya habéis
aprendido de nosotros cómo comportarse para agradar a Dios; pues comportaos así
y seguid adelante. Pues ya conocéis las instrucciones que os dimos, en nombre
del Señor Jesús.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO (Sal 84,8)
Aleluya, aleluya. Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu
salvación.
R. Aleluya, Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 21, 25-28. 34-36
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y
la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por
el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la
ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo
serán sacudidas. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran
poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se
acerca vuestra liberación. Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten
vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se
os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los
habitantes de la tierra. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que
podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo
del hombre».
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Sacerdote: Hermanos, oremos a nuestro Señor Jesucristo en el portal de
Belén, para que, por su luz y por su amor en los brazos de María, nos conceda
lo que hoy le pedimos al Padre en su nombre, por ello con fe digamos:
TODOS: Divino Señor, escúchanos.
1. Por los presbíteros,
para que inspirados en la unidad de la Sagrada Familia en el portal de Belén,
procuren siempre la unidad de la Iglesia, y que nosotros permanezcamos unidos.
Roguemos al Señor.
2. Por los que por odio
persiguen a Cristo en su Iglesia, para que reciban la gracia de la conversión,
y que como Iglesia, seamos lámparas encendidas en medio de la oscuridad.
Roguemos al Señor.
3. Por los enfermos, para
que Dios Padre les dé sanidad acorde a su voluntad, y que como Iglesia sepamos
ayudarlos, viendo el rostro de Cristo en ellos. Roguemos al Señor.
4. Por los presos, para
que Dios esté siempre con ellos y puedan sentir siempre su presencia y su
misericordia, y que como Iglesia los tengamos siempre en nuestras oraciones.
Roguemos al Señor.
Intenciones de la Iglesia local.
Sacerdote: Atiende Padre bueno, las oraciones y súplicas que como hijos
confiadamente te dirigimos, y transforma nuestros corazones y nuestras vidas en
ofrenda permanente para la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
TODOS: Amén.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos
bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para
aumento de nuestra fe, se convierta para nosotros en prenda de tu redención
eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO I DE ADVIENTO
Las dos venidas de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y
eterno, por Cristo, Señor nuestro. Quien, al venir por vez primera en la
humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y
nos abrió el camino de la salvación eterna, para que cuando venga de nuevo, en
la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir
los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar. Por
eso, con los ángeles y los arcángeles, con los tronos y dominaciones y con
todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo,
Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
El Señor nos mostrará su misericordia y nuestra tierra producirá su
fruto (Sal 84, 13).
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos
participado, mediante los cuales, mientras caminamos en medio de las cosas
pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a
poner nuestro corazón en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo,
nuestro Señor.
martes, 26 de noviembre de 2024
Evangelio del 27 de noviembre 2024
Evangelio del 27 de noviembre
2024
Lucas 21, 12-19
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: "Los perseguirán y los apresarán, los llevarán a los
tribunales y a la cárcel, y los harán comparecer ante reyes y gobernantes por
causa mía. Con esto ustedes darán testimonio de mí.
Grábense bien que no tienen que
preparar de antemano su defensa, porque yo les daré palabras sabias, a las que
no podrá resistir ni contradecir ningún adversario de ustedes.
Los traicionarán hasta sus padres
y hermanos, sus parientes y amigos. Matarán a algunos de ustedes, y todos los
odiarán por causa mía. Sin embargo, ni un cabello de su cabeza perecerá. Si se
mantienen firmes, conseguirán la vida".
Reflexión
Siempre he creído que ser
cristiano cuando las cosas caminan bien no es problema. Lo difícil es, como
dice el Señor, perseverar en los momentos difíciles.
El cristianismo, es un estilo de
vida que muchas veces va en contraposición con los valores, pensamientos y
actitudes del mundo: esta es la causa de los problemas. Ser Cristiano en un
mundo de injusticia, de violencia, de deshonestidad no es sencillo y por lo
general es la causa de la persecución o del rechazo de aquellos a los que
nuestro estilo de vida incómoda.
¡Ánimo! Hoy más que nunca
necesitamos ser valientes y mostrarnos al mundo como verdaderos discípulos de
Jesús. Él ha prometido ayudarnos y estar con nosotros. Seamos fieles hasta el
final.
lunes, 25 de noviembre de 2024
Evangelio del 26 de noviembre 2024
Evangelio del 26 de noviembre 2024 Lucas 21, 5-11 En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la
construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban,
Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo
esto que están admirando; todo será destruido". Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir
esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?" Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe,
porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: ‘Yo soy el Mesías. El tiempo
ha llegado’. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y
revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero
todavía no es el fin". Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y
un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias
y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles". Reflexión
Este evangelio nos enseña lo relativo que puede ser todo lo
bello que se encuentra en el mundo. Todo pasa. Las cosas que un día fueron ya
no son; lo que ahora nos admira llegará un día en que no quedará rastro de
ello. Lo único que permanece es Dios. Es lo único que no cambia,
que no muta. Ya la carta a los Hebreos nos dice que "Cristo es el mismo de
ayer, de hoy y de siempre". ¿Por qué, entonces, estar tan preocupados por
lo que es pasajero? Pongamos nuestra atención y verdadera preocupación en lo
que es eterno, en lo que permanece. Por ello, el apóstol San Pablo decía: "el amor no
pasará". Esforcémonos en cultivar y hacer crecer el amor, es lo único que
perdurará, es lo único que les dejaremos a las generaciones futuras.
domingo, 24 de noviembre de 2024
Evangelio del 25 de noviembre 2024
Evangelio del 25 de noviembre 2024
Lucas 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los
ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del
templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo:
"Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos
dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que
tenía para vivir".
Reflexión
En nuestro país hay una canción
que dice: ‘El tiempo que te quede libre, si te es posible, dedícalo a mí’. Esta
canción ejemplifica lo que significa: "No te amo". El dar sólo lo que
sobra, es una verdadera muestra de "no-amor" hacia cualquiera.
Creo que la persona que ama no
sólo da de lo que tiene sino que busca dar lo mejor. Pensemos y apliquemos este
pensamiento a las personas que tenemos cerca: a nuestros padres, al cónyuge, a
los hijos y, especialmente, al mismo Dios. ¿Les damos lo mejor de nosotros o
sólo "lo que nos sobra"?
Si quieres saber a quién
verdaderamente amas, sólo piensa para quién siempre tienes tiempo, a quién le
das lo mejor de ti, ahí habrás encontrado la respuesta. Es triste que muchos de
nosotros, para Dios, sólo tengamos las sobras.
viernes, 22 de noviembre de 2024
Evangelio del 23 de noviembre 2024
Lucas 20, 27-40
En aquel tiempo, se acercaron a
Jesús algunos saduceos. Como los saduceos niegan la resurrección de los
muertos, le preguntaron: "Maestro, Moisés nos dejó escrito que si alguno
tiene un hermano casado que muere sin haber tenido hijos, se case con la viuda
para dar descendencia a su hermano. Hubo una vez siete hermanos, el mayor de
los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo, el tercero y los demás,
hasta el séptimo, tomaron por esposa a la viuda y todos murieron sin dejar
sucesión. Por fin murió también la viuda. Ahora bien, cuando llegue la
resurrección, ¿de cuál de ellos será esposa la mujer, pues los siete estuvieron
casados con ella?"
Jesús les dijo: "En esta
vida, hombres y mujeres se casan, pero en la vida futura, los que sean juzgados
dignos de ella y de la resurrección de los muertos, no se casarán ni podrán ya
morir, porque serán como los ángeles e hijos de Dios, pues él los habrá
resucitado.
Y que los muertos resucitan, el
mismo Moisés lo indica en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor, Dios
de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Porque Dios no es Dios de muertos,
sino de vivos, pues para él todos viven".
Entonces, unos escribas le
dijeron: "Maestro, has hablado bien". Y a partir de ese momento ya no
se atrevieron a preguntarle nada.
Reflexión
Este texto nos invita a pensar en
la muerte y lo que hay después de ella. Lo primero que declara Jesús, contra
todas las corrientes pesimistas e ilógicas de este mundo que niegan la
existencia de Dios y de una vida después de la vida que vivimos aquí, es que
existe efectivamente una vida, la cual es completamente diferente a la que
vivimos hoy; una vida llena de gozo, de alegría y de paz que viviremos en un
cuerpo resucitado como el que ahora tiene Jesús en el cielo.
Esto quizás, para nosotros los
cristianos, para ti que estás leyendo este mensaje, es lo menos importante,
pues nosotros realmente creemos que Jesús resucitó y está gloriosamente en el
cielo y que de la misma manera tú y yo resucitaremos también. Lo más importante
que declara Jesús es que para poder participar de esta realidad maravillosa,
debemos ser considerados «dignos». Es decir, declara que habrá al final un
juicio y que en este juicio se definirá nuestra eternidad: algunos resucitarán
para la vida eterna y otros para la muerte eterna, para los sufrimientos, para
el desamor y la frustración total.
Es, pues, necesario que en este
tiempo demos una revisada también a nuestra vida moral para ver si ya somos
dignos de esta vida. Si no, pues no lo pienses más; arrepiéntete de tus pecados
y busca hacer una buena confesión sacramental pues, como dice Jesús en otro
pasaje: "No saben ni el día ni la hora en que el Hijo del Hombre
regresará". Vive en paz, vive en gracia.
jueves, 21 de noviembre de 2024
Evangelio del 22 de noviembre 2024
Lucas 19, 45-48
Aquel día, Jesús entró en el
templo y comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban allí, diciéndoles:
"Está escrito: Mi casa es casa de oración; pero ustedes la han convertido
en cueva de ladrones".
Jesús enseñaba todos los días en
el templo. Por su parte, los sumos sacerdotes, los escribas y los jefes del
pueblo intentaban matarlo, pero no encontraban cómo hacerlo, porque todo el
pueblo estaba pendiente de sus palabras.
Reflexión
San Pablo, escribiendo a los
Corintios, nos dice que somos el templo del Espíritu Santo. Hoy Jesús nos dice
que su casa, su templo, debe ser casa de oración.
Pensemos por un momento si
nuestra vida interior se puede considerar una casa de oración o es en realidad
un lugar lleno del ruido del mercado del mundo que está gritando dentro de
nosotros y buscando vendernos sus necias ideas.
Por qué no invitamos hoy a Jesús
para que, con su poder y autoridad, eche fuera a todos estos gritones, ponga
nuestra vida interior en paz y así se convierta, como lo fue en María
Santísima, en un verdadero lugar de encuentro con Dios.
miércoles, 20 de noviembre de 2024
Evangelio del 21 de noviembre 2024
Lucas 19, 41-44
En aquel tiempo, cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y
contempló la ciudad, lloró por ella y exclamó: "¡Si en este día comprendieras tú lo que puede
conducirte a la paz! Pero eso está oculto a tus ojos. Ya vendrán días en que
tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas
partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra
sobre piedra, porque no aprovechaste la oportunidad que Dios te daba". Reflexión
La única cosa que no puede ser perdonada, dirá Jesús en otro
lugar, es el pecado contra el Espíritu Santo, que no es otra cosa que la
resistencia a la conversión. Al ir terminando el año litúrgico, la Iglesia nos invita a
revisar nuestro estado de conversión. Ha pasado ya casi un año desde el pasado
Adviento, inicio del año litúrgico. ¿Podríamos decir que hemos aprovechado las
oportunidades de crecer espiritualmente que Dios nos ha dado durante este año? Oportunidades realizadas, en esa visita silenciosa que nos
ha hecho semana tras semana en la Eucaristía, en su Palabra, en la presencia de
los amigos, de los pobres. Jesús lloró por la incapacidad de conversión de
Jerusalén. Tomemos unos minutos para evaluar nuestra respuesta. ¡Aún hay
tiempo!
martes, 19 de noviembre de 2024
Evangelio del 20 de noviembre 2024
¿Por qué no pusiste mi dinero en el banco?
Del santo Evangelio según san Lucas: 19, 11-28
En aquel tiempo, como ya se acercaba Jesús a Jerusalén y la gente pensaba que el Reino de Dios iba a manifestarse de un momento a otro, él les dijo esta parábola: "Había un hombre de la nobleza que se fue a un país lejano para ser nombrado rey y volver como tal. Antes de irse, mandó llamar a diez empleados suyos, les entregó una moneda de mucho valor a cada uno y les dijo: 'Inviertan este dinero mientras regreso'.
Pero sus compatriotas lo aborrecían y enviaron detrás de él a unos delegados que dijeran: 'No queremos que éste sea nuestro rey'. Pero fue nombrado rey, y cuando regresó a su país, mandó llamar a los empleados a quienes había entregado el dinero, para saber cuánto había ganado cada uno. Se presentó el primero y le dijo: `Señor, tu moneda ha producido otras diez monedas'. Él le contestó: 'Muy bien. Eres un buen empleado. Puesto que has sido fiel en una cosa pequeña, serás gobernador de diez ciudades'.
Se presentó el segundo y le dijo: 'Señor, tu moneda ha producido otras cinco monedas'. Y el señor le respondió: 'Tú serás gobernador de cinco ciudades'.
Se presentó el tercero y le dijo: 'Señor, aquí está tu moneda. La he
tenido guardada en un pañuelo, pues te tuve miedo, porque eres un hombre
exigente, que reclama lo que no ha invertido y cosecha lo que no ha sembrado'.
El señor le contestó: 'Eres un mal empleado. Por tu propia boca te condeno. Tú
sabías que yo soy un hombre exigente, que reclamo lo que no he invertido y que
cosecho lo que no he sembrado, ¿por qué, pues, no pusiste mi dinero en el banco
para que yo, al volver, lo hubiera recobrado con intereses?'.
Después les dijo a los presentes: 'Quítenle a éste la moneda y dénsela al que tiene diez'. Le respondieron: 'Señor, ya tiene diez monedas'. Él les dijo: 'Les aseguro que a todo el que tenga se le dará con abundancia, y al que no tenga, aun lo que tiene se le quitará. En cuanto a mis enemigos, que no querían tenerme como rey, tráiganlos aquí y mátenlos en mi presencia' ". Dicho esto, Jesús prosiguió su camino hacia Jerusalén al frente de sus discípulos.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Meditación del Papa Francisco
El significado de esto es claro. El hombre de la parábola representa a
Jesús, los siervos somos nosotros y los talentos son el patrimonio que el Señor
nos confía. ¿Cuál es el patrimonio? Su Palabra, la Eucaristía, la fe en el
Padre celeste, su perdón… en definitiva, tantas cosas, sus más preciosos
bienes. Este es el patrimonio que Él nos confía. ¡No sólo para custodiar, sino
para multiplicar! Mientras en el lenguaje común el término "talento"
indica una notable cualidad individual – por ejemplo, talento en la música, en
el deporte, etcétera –, en la parábola los talentos representan los bienes del
Señor, que Él nos confía para que los hagamos rendir.
Cualquier ambiente, también el más lejano e impracticable, puede convertirse en un lugar donde hacer rendir los talentos. No existen situaciones o lugares excluidos a la presencia y al testimonio cristiano. El testimonio que Jesús nos pide no está cerrado, está abierto, depende de nosotros. (Ángelus de S.S. Francisco, 16 de noviembre de 2014).
lunes, 18 de noviembre de 2024
SOLEMNIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO Ciclo B Domingo 24 de Noviembre 2024
"MI REINO
NO ES DE ESTE MUNDO"
Dan 7, 13-14;
Sal 92; Apoc 1,5-8; Jn 18,33-37
Daniel utiliza
varias imágenes apocalípticas, entre las cuales se destaca la de un hombre que
"venía entre las nubes del cielo" (v. 13). Indica que el rey ideal no
viene de "abajo", de una u otra nación en la Tierra, y no es opresor
como los demás reyes. Esta es la misma imagen empleada en la segunda lectura,
que exhorta: "¡Miren! ¡Viene entre las nubes"! (v. 7). Añade que
Cristo Rey es la víctima de los poderes de este mundo, quienes "lo
traspasaron" (v. 7). En el Evangelio Cristo se enfrenta con uno de dichos
poderes: Poncio Pilato. Esta vez, Cristo mismo afirma lo esencial de la imagen
usada por las demás lecturas: no es un rey como los de este mundo. Es un Rey
que va a establecer un nuevo mundo de justicia y de paz.
ANTÍFONA DE
ENTRADA Apoc 5, 12; 1, 6
Digno es el
Cordero que fue inmolado, de recibir el poder y la riqueza, la sabiduría, la
fuerza y el honor. A él la gloria y el imperio por los siglos de los siglos.
GLORIA
Gloria a Dios
en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria
te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias,
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único,
Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el
pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten
piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo,
Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Dios
todopoderoso y eterno, que quisiste fundamentar todas las cosas en tu Hijo muy
amado, Rey del universo, concede, benigno, que toda la creación, liberada de la
esclavitud del pecado, sirva a tu majestad y te alabe eternamente. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA
PALABRA
PRIMERA LECTURA
Su poder es
eterno.
Del libro del
profeta Daniel: 7,13-14
Yo, Daniel,
tuve una visión nocturna: Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía
entre las nubes del cielo. Avanzó hacia el anciano de muchos siglos y fue
introducido a su presencia. Entonces recibió la soberanía, la gloria y el
reino. Y todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían. Su poder
nunca se acabará, porque es un poder eterno, y su reino jamás será destruido.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO
RESPONSORIAL
Del salmo 92
R/. Señor, tú
eres nuestro rey.
Tú eres, Señor,
el rey de todos los reyes. Estás revestido de poder y majestad. R/.
Tú mantienes el
orbe y no vacila. Eres eterno, y para siempre está firme tu trono. R/.
Muy dignas de
confianza son tus leyes y desde hoy y para siempre, Señor, la santidad adorna
tu templo. R/.
SEGUNDA LECTURA
El soberano de
los reyes de la tierra ha hecho de nosotros un reino de sacerdotes para su Dios
y Padre.
Del libro del
Apocalipsis del apóstol san Juan: 1, 5-8
Hermanos míos:
Gracia y paz a ustedes, de parte de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito
de los muertos, el soberano de los reyes de la tierra; aquel que nos amó y nos
purificó de nuestros pecados con su sangre y ha hecho de nosotros un reino de
sacerdotes para su Dios y Padre. A Él la gloria y el poder por los siglos de
los siglos. Amén. Miren: El viene entre las nubes, y todos lo verán, aun
aquellos que lo traspasaron. Todos los pueblos de la tierra harán duelo por su
causa. "Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor Dios, el que es, el que
era y el que ha de venir, el todopoderoso".
Palabra de
Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN
ANTES DEL EVANGELIO Mc 11, 9. 10
R/. Aleluya,
aleluya.
¡Bendito el que
viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que llega, el reino de nuestro
padre David! R/.
EVANGELIO
Tú lo has
dicho. Soy rey.
Del santo
Evangelio según san Juan: 18, 33-37
En aquel
tiempo, preguntó Pilato a Jesús: "¿Eres tú el rey de los judíos?"
Jesús le contestó: "¿Eso lo preguntas por tu cuenta o te lo han dicho
otros?" Pilato le respondió: "¿Acaso soy yo judío? Tu pueblo y los
sumos sacerdotes te han entregado a mí. ¿Qué es lo que has hecho?" Jesús
le contestó: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuera de este
mundo, mis servidores habrían luchado para que no cayera yo en manos de los
judíos. Pero mi Reino no es de aquí".
Pilato le dijo:
"¿Conque tú eres rey?" Jesús le contestó: "Tú lo has dicho. Soy
rey. Yo nací y vine al mundo para ser testigo de la verdad. Todo el que es de
la verdad, escucha mi voz".
Palabra del
Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO
NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo
Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible
y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido
del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero
de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación
bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y
se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio
Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las
Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo
vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo
en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por
los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso
que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección
de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Dirijamos,
llenos de confianza, nuestras súplicas a Cristo, supremo Señor de la vida y de
la muerte y rey de todas las creaturas del cielo y de la tierra y digamos: Rey
de la Gloria, escúchanos. (R/. Rey de la gloria, escúchanos.)
1. Para que los pastores y fieles de la
Iglesia se esfuercen con celo para reconciliar al universo con Dios y en
pacificar por la sangre de la cruz de Jesucristo a todas las creaturas,
roguemos al Señor.
2. Para que la semilla evangélica, escondida
en las diversas religiones y culturas, germine y se manifieste, y todos los
hombres reconozcan con gozo que Cristo es Señor, para gloria de Dios Padre,
roguemos al Señor.
3. Para que quienes aún viven bajo el dominio
de la ignorancia, el pecado o el sufrimiento sean trasladados al reino de
Cristo y encuentren el fin de sus penas, roguemos al Señor.
4. Para que los que hoy celebramos la
solemnidad de Cristo, Señor supremo del universo, a quien están destinadas
todas las cosas, participemos también un día en la herencia del pueblo santo,
en el reino de la luz, roguemos al Señor.
Dios nuestro,
principio y origen de toda paternidad, que has enviado a tu Hijo al mundo para
convertirnos en un reino y hacernos tus sacerdotes, escucha nuestras oraciones
e ilumina nuestro espíritu, para que comprendamos que servirte es reinar y, al
dar nuestra vida a los demás, proclamemos con obras nuestra fidelidad a Cristo,
el primogénito de entre los muertos y príncipe de los reyes de la tierra. Él,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE
LAS OFRENDAS
Al ofrecerte,
Señor, el sacrificio de la reconciliación humana, te suplicamos humildemente
que tu Hijo conceda a todos los pueblos los dones de la unidad y de la paz. El,
que vive y reina por los siglos de los siglos.
PREFACIO
Cristo, Rey del
universo.
En verdad es
justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo
lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque has ungido con el
óleo de la alegría, a tu Hijo único, nuestro Señor Jesucristo, como Sacerdote
eterno y Rey del universo, para que, ofreciéndose a sí mismo como víctima
perfecta y pacificadora en el altar de la cruz, consumara el misterio de la
redención humana; y, sometiendo a su poder la creación entera, entregara a tu
majestad infinita un Reino eterno y universal: Reino de la verdad y de la vida,
Reino de la santidad y de la gracia, Reino de la justicia, del amor y de la
paz. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros
celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA
COMUNIÓN Sal 28, 10-11
En su trono
reinará el Señor para siempre y le dará a su pueblo la bendición de la paz.
ORACIÓN DESPUÉS
DE LA COMUNIÓN
Habiendo
recibido, Señor, el alimento de vida eterna, te rogamos que quienes nos
gloriamos de obedecer los mandamientos de Jesucristo, Rey del universo, podamos
vivir eternamente con él en el reino de los cielos. Él, que vive y reina por
los siglos de los siglos.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20241124
«Pues bien, a la interrogación primera del gobernador, donde le dijo: ¿Tú eres el rey de los judíos?, el Señor podía responder lo que asevera: Mi reino no es de este mundo, etc. Pero, al interrogarle a su vez si decía esto por su cuenta o lo había oído a otros, quiso mostrar, al responder aquél, que de esto le habían acusado ante él los judíos como hecho criminal; así nos descubre las ideas de los hombres, acerca de las que sabía que son vanas, y tras la respuesta de Pilato les responde ya tan oportuna y apropiadamente a judíos y gentiles: Mi reino no es de este mundo. Si hubiese respondido esto a Pilato inmediatamente tras interrogarle, parecería que lo había respondido no también a los judíos, sino a solos los gentiles, que opinaban de él esto. Pero, porque Pilato respondió: ¿Tal vez soy yo judío? Tu gente y los pontífices te entregaron a mí, en realidad retiró de sí la sospecha con que podría suponerse que por su cuenta había dicho que Jesús es el rey de los judíos, pues demuestra haberlo oído a los judíos. Después, diciendo ¿Qué hiciste? -como si dijera: Si niegas ser rey, ¿qué hiciste para que hayas sido entregado a mí? -, muestra suficientemente que de eso se le ha acusado como hecho criminal. Por así decirlo: no sería asombroso que fuese entregado al juez para ser castigado quien decía ser rey; si, en cambio, no decía esto, habría que preguntarle qué otra cosa había hecho quizá, por la que fuese digno de ser entregado al juez» (San Agustín [354-430]. Evangelio de Juan. Tratado 1 15).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20241124
La solemnidad de Cristo Rey puede interpretarse como la afirmación de que Dios tiene poder absoluto sobre toda la Tierra y, en el futuro, va a manifestarlo claramente. Tal afirmación es verdadera, pero también es incompleta. No toma en cuenta que dicho reino no es "de este mundo". El Reino de Dios no se caracteriza por la desigualdad, la opresión y el autoritarismo de esos reinos que este mundo ha conocido. Es un nuevo orden de la realidad en que la igualdad, la justicia y la diversidad se honran porque están regidas por el amor. Se trata de la utopía de la cual han soñado muchos oprimidos y víctimas, pero no es meramente un sueño. Es el destino que Dios, en su amor magnífico y deleitable, prepara para su creación, que no abandona, sino que intenta transformar.
Evangelio del 19 de noviembre 2024
El Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que
estaba perdido.
Del santo Evangelio según san Lucas 19, 1-10
En aquel tiempo, Jesús entró en
Jericó, y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo,
jefe de publícanos y rico, trataba de conocer a Jesús, pero la gente se lo
impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un
árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó
los ojos y le dijo: "Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que
hospedarme en tu casa".
El bajó enseguida y lo recibió
muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: "Ha
entrado a hospedarse en casa de un pecador".
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a
Jesús: "Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si
he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más". Jesús le dijo:
"Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de
Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había
perdido". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: En Jericó, y casi a
punto de culminar su larga «ascensión» a la ciudad santa de Jerusalén, Jesús
aprovecha el gesto inicial del publicano y acaudalado Zaqueo –mezcla de
curiosidad e insatisfacción por su estado de vida– para consolidar en él una
auténtica conversión. Ya en casa, Zaqueo demuestra un drástico cambio de
mentalidad y de conducta. Su pequeña figura se
agiganta gracias al amor, que lo
libera de su pasado injusto y de su egoísmo explotador. Por eso Jesús se
congratula con él al decirle: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa».
domingo, 17 de noviembre de 2024
Evangelio del 18 de noviembre 2024
Evangelio del 18 de noviembre
2024
Mándame ir a ti caminando sobre
el agua.
Del santo Evangelio según san
Mateo 14, 22-33
En aquel tiempo, inmediatamente
después de la multiplicación de los panes, Jesús hizo que sus discípulos
subieran a la barca y se dirigieran a la otra orilla, mientras él despedía a la
gente. Después de despedirla, subió al monte a solas para orar. Llegada la
noche, estaba él solo allí.
Entretanto, la barca iba ya muy
lejos de la costa y las olas la sacudían, porque el viento era contrario. A la
madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el agua. Los discípulos, al
verlo andar sobre el agua, se espantaron y decían: "¡Es un fantasma!"
Y daban gritos de terror. Pero Jesús les dijo enseguida: "Tranquilícense y
no teman. Soy yo".
Entonces le dijo Pedro:
"Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua". Jesús
le contestó: "Ven". Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre
el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo,
comenzó a hundirse y gritó: "¡Sálvame, Señor!" Inmediatamente Jesús
le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo": "Hombre de poca fe, ¿por
qué dudaste?"
En cuanto subieron a la barca, el
viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús, diciendo:
"Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios". Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: • La basílica vaticana
de san Pedro, erigida por Constantino en el siglo IV sobre la tumba del apóstol
Pedro y consagrada por el papa Silvestre, fue demolida en el siglo XVI, pues
estaba en muy malas condiciones. En el mismo lugar fue construida otra mucho
más esplendorosa, que fue reconsagrada el 18 de noviembre de 1626 por Urbano
VIII. Análoga suerte atravesó la basílica de san Pablo “extra muros”,
consagrada por el papa Siricio en el siglo IV en la Vía Ostiense… • En 1823 un
incendio devastó gran parte del edificio, cuya reconstrucción requirió de la
solicitud de cuatro pontífices. Pío IX reconsagró con gran solemnidad la nueva
basílica el 10 de diciembre de 1854, a unos días de la proclamación del dogma
de la Inmaculada Concepción. Si cada Eucaristía celebrada el día de la
“dedicación” de un templo recuerda esta dimensión de la Iglesia de Dios, con
mucha más razón nos lo recuerda la fiesta de las dos «columnas»: Pedro y Pablo
(Cfr. Gal, 2, 9).
sábado, 16 de noviembre de 2024
DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 17 de noviembre 2024