Evangelio del 15 de octubre 2024 Lucas 11, 37-41

En aquel tiempo, un fariseo
invitó a Jesús a comer. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa.
El fariseo se extrañó de que Jesús no hubiera cumplido con la ceremonia de
lavarse las manos antes de comer.
Pero el Señor le dijo:
"Ustedes, los fariseos, limpian el exterior del vaso y del plato; en
cambio el interior de ustedes está lleno de robos y maldad. ¡Insensatos! ¿Acaso
el que hizo lo exterior no hizo también lo interior? Den más bien limosna de lo
que tienen y todo lo de ustedes quedará limpio".
Reflexión
Una cosa que no nos ayuda a
crecer en santidad es el maximizar lo que quizás no es importante y minimizar
lo que sí lo es. Hoy en día, como en el tiempo de Jesús, se le da mucha
importancia a la "exterioridad".
Incluso, en el sacramento de la
Reconciliación, se amplifican algunas de las faltas y se pasa por alto la
caridad. Existen personas que, cegadas por algunas faltas, muchas veces de
índole totalmente exterior o fallas en el carácter, no son capaces de ver sus
faltas al amor hacia Dios y la caridad hacia los hombres.
Bien valdría hoy la pena que
revisaras cuáles son tus criterios y tus prioridades; cuáles son las cosas
verdaderamente importantes para ti, pues de esto dependerá fundamentalmente tu
vida moral.
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