lunes, 23 de septiembre de 2024

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240929

 



«¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es imposible evitar que existan los escándalos, pero ¡pobre de aquel que los causa! No se trata de que sea necesario que existan los escándalos (si no estarían libres de culpa los que los provocan), sino que se producen necesariamente en este mundo, se hacen manifiestos por la falta de cada uno. Esta condenación general alcanza al mismo tiempo a Judas que había preparado su alma para la traición. Si tu mano o tu pie son para ti ocasión de escándalo, córtalos y arrójalos lejos de ti, etc. Es imposible evitar que existan los escándalos y, sin embargo, ay del hombre que por su culpa hace que suceda por él lo que inevitablemente debe suceder en el mundo. En consecuencia, todo afecto es truncado y amputado todo parentesco no sea que, a causa de los sentimientos, los creyentes se expongan a dar escándalo. Si alguien, dice, está tan ligado a ti como tu mano, tu pie, tu ojo y es para ti útil, solícito, clarividente y perspicaz, pero es para ti objeto de escándalo y por la diferencia de costumbres te arrastra a la gehena, es preferible que te prives de su cercanía y de las ventajas temporales antes que exponerte a la ruina por querer ganar parientes y amigos. En consecuencia, ningún hermano, ni esposa, ni amigo, ningún afecto que pudiera excluirnos del Reino de los cielos, se debe anteponer al amor del Señor. Cada uno de los fieles sabe lo que le hace daño o turba su corazón y lo somete a menudo a la tentación. Es preferible una vida solitaria que perder la vida eterna por las necesidades de la vida presente» (San Jerónimo [342-4201. Evangelio de Mateo. Libro III. Capítulo 18, 7-8).
 

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal