lunes, 20 de octubre de 2025

Evangelio del 21 de agosto 2025 Lucas 12, 35-38

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Estén listos, con la túnica puesta y las lámparas encendidas. Sean semejantes a los criados que están esperando a que su señor regrese de la boda, para abrirle en cuanto llegue y toque. Dichosos aquellos a quienes su señor, al llegar, encuentre en vela. Yo les aseguro que se recogerá la túnica, los hará sentar a la mesa y él mismo les servirá. Y si llega a medianoche o a la madrugada y los encuentra en vela, dichosos ellos".

 

Comentario

 

Este pasaje no solo habla de estar preparados, sino de hacerlo con esperanza activa, como quien aguarda a alguien amado y digno.

🔹 “Dichosos aquellos siervos a quienes el señor, al llegar, los encuentre velando.”

Aquí no se premia solo la obediencia, sino la actitud interior: la fidelidad silenciosa, la espera confiada, la disposición a servir incluso en la oscuridad. Es una invitación a vivir cada momento como si fuera el umbral del Reino.

🔹 El giro sorprendente: el señor que llega y se pone a servir a los siervos.

Este gesto rompe las jerarquías humanas y revela el corazón del Evangelio: Dios no solo exige vigilancia, sino que recompensa con intimidad, con comunión, con un amor que se abaja para honrar a quienes han esperado con fe.

Este texto puede resonar especialmente en contextos de lucha, de espera prolongada, de fidelidad en medio de la incertidumbre. ¿Qué significa hoy tener la lámpara encendida? ¿Qué formas toma nuestra vigilancia espiritual en medio del mundo que vivimos?

 

 

 

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