En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos y doctores de la ley:
"¡Ay de ustedes, que les construyen sepulcros a los profetas que los
padres de ustedes asesinaron! Con eso dan a entender que están de acuerdo con
lo que sus padres hicieron, pues ellos los mataron y ustedes les construyen el sepulcro.
Por eso dijo la sabiduría de Dios: Yo les mandaré profetas y apóstoles, y los
matarán y los perseguirán, para que así se le pida cuentas a esta generación de
la sangre de todos los profetas que ha sido derramada desde la creación del
mundo, desde la sangre de Abel hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el
atrio y el altar. Sí, se lo repito: a esta generación se le pedirán cuentas. ¡Ay
de ustedes, doctores de la ley, porque han guardado la llave de la puerta del
saber! Ustedes no han entrado, y a los que iban a entrar les han cerrado el
paso". Luego que Jesús salió de allí, los escribas y fariseos comenzaron a
acosarlo terriblemente con muchas preguntas y a ponerle trampas para ver si
podían acusarlo con alguna de sus propias palabras.
Comentario
Este pasaje es una fuerte denuncia de Jesús contra los líderes
religiosos de su tiempo. Jesús acusa a los escribas y fariseos de hipocresía:
construyen sepulcros para los profetas que sus antepasados mataron, pero siguen
rechazando a los enviados de Dios. Les dice que serán responsables de toda la
sangre derramada desde Abel hasta Zacarías. También los acusa de cerrar el
acceso al conocimiento: no entran al Reino y obstaculizan a quienes quieren
entrar.
"No basta con honrar a los profetas muertos si seguimos ignorando
a los vivos. La verdad incomoda, pero salva. ¿A quién estamos escuchando
hoy?"
"¿Cuántas veces hemos cerrado el corazón a quienes nos hablan con
verdad? Que el Espíritu nos dé humildad para reconocer a los profetas que Dios
nos sigue enviando."
"Señor, líbranos de la hipocresía. Que no edifiquemos sepulcros
mientras callamos a quienes anuncian tu Reino. Danos ojos para ver y valor para
seguirte."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario