En aquel tiempo, Jesús dijo: "¡Ay de ustedes, fariseos, porque
pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero
se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin
descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos porque les gusta ocupar los lugares
de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de
ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la
gente sin darse cuenta!”. Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le
dijo: "Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros".
Entonces Jesús les respondió: "¡Ay de ustedes también, doctores de la ley,
porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan
ni con la punta del dedo!"
Aquí, Jesús no critica la práctica de pagar el diezmo (el
"aquello"), sino la actitud de poner el foco en el detalle
insignificante mientras se ignora lo fundamental. Los fariseos eran meticulosos
con las reglas externas más pequeñas (diezmar hasta las hierbas de su jardín),
pero se olvidaban de las "especias" más grandes y esenciales de la
Ley: la justicia y el amor a Dios (que se traduce en amor al prójimo).
El Peligro de la Búsqueda de Honores
El problema de estos líderes no era su piedad, sino su motivación.
Hacían las cosas para ser vistos, reconocidos y honrados por los demás. Su
religión se había convertido en un disfraz para alimentar su orgullo y vanidad.
La Pesada Carga de la Ley sin Gracia
Estos eran los que interpretaban y enseñaban la ley. En lugar de usar
la ley como una guía para la libertad y el amor, la habían convertida en una
máquina de opresión con reglas excesivas. Y lo peor, ellos mismos se saltaban
las exigencias que imponían a los demás.
Reflexión
Como padres, jefes, maestros o líderes, ¿estamos imponiendo
expectativas, juicios o cargas a los demás que nosotros mismos no estamos
dispuestos a llevar? ¿Somos "duros jueces" que condenamos los errores
ajenos mientras somos indulgentes con los propios? El verdadero liderazgo,
según Jesús, es un servicio que acompaña, no un poder que oprime. Debemos ser
puentes, sin barreras.
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