En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si el mundo los
odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el
mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del
mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: 'El siervo no es superior a su señor'.
Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han
hecho de mis palabras, lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer
por mi causa, pues no conocen a aquél que me envió".
Reflexión
Este día se nos antoja preguntarnos: ¿cuál es la relación que lleva el
mundo conmigo? ¿El mundo me elogia? ¿Me premia? ¿Me estima? O bien, ¿me rechaza
y persigue? La respuesta a estas preguntas es muy importante pues es la que
define de qué lado del campo estamos.
Es necesario que en esta Pascua retomemos nuestro cristianismo y que
seamos claramente identificables por el resto de la sociedad. Esto seguramente
no traerá beneficio a nuestra vida, como no lo trajo a la de Jesús, pero
entonces y solo entonces estaremos dando un signo claro de nuestra adhesión al
Maestro, seremos entonces llamados con toda propiedad cristianos.
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