viernes, 8 de noviembre de 2024

Evangelio del 9 de noviembre 2024

 



 

[Jesús hablaba del templo de su cuerpo.]
 
Del santo Evangelio según san Juan 2, 13-22
 
Cuando se acercaba la Pascua de los judíos, Jesús llegó a Jerusalén y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, a los cambistas con sus mesas. Entonces hizo un látigo de cordeles y los echó del templo, con todo y sus ovejas y bueyes; a los cambistas les volcó las mesas y les tiró al suelo las monedas; y a los que vendían palomas les dijo: “Quiten todo de aquí y no conviertan en un mercado la casa de mi Padre”.
En ese momento, sus discípulos se acordaron de lo que estaba escrito: El celo de tu casa me devora.
Después intervinieron los judíos para preguntarle: “¿Qué señal nos das de que tienes autoridad para actuar así?” Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo reconstruiré”. Replicaron los judíos: “Cuarenta y seis años se ha llevado la construcción del templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó Jesús de entre los muertos, se acordaron sus discípulos de que había dicho aquello y creyeron en la Escritura y en las palabras que Jesús había dicho. Palabra del Señor.
 
 
REFLEXIÓN: • Según una tradición que arranca del siglo XII, hoy se celebra el de aniversario de la dedicación de la basílica construida por el emperador Constantino en el Laterano. La Basílica de Letrán es la iglesia-madre de Roma, dedicada primero al Divino Salvador y después también a San Juan Bautista. Esta celebración fue primero una fiesta local. Más tarde se extendió a toda la Iglesia de rito romano, con el fin de honrar aquella basílica, que es llamada «madre y cabeza de todas las iglesias de la Urbe y del Orbe», en señal de amor y de unidad para con la cátedra de Pedro que –como escribió san Ignacio de Antioquía– «preside a todos los congregados en la caridad». • Aunque rezar en casa debe ser una práctica diaria, eso no es suficiente. Jesús quiso salvarnos no por separado, sino unidos como un pueblo. Por eso instituyó la Iglesia. Esta se congrega generalmente en el templo. El Templo es el lugar consagrado a Dios donde los fieles se reúnen para darle culto. Ciertamente una religiosidad conformada sólo por prácticas exteriores no sirve de nada. Jesús se opone a ella en todo el Evangelio. Recordemos, sin embargo, que en cada iglesia Jesús está presente especialmente en el tabernáculo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario