Santidad, comunión de los santos y su culto.

En la festividad de Todos los Santos
no sólo se presentan a la atención del mundo los santos canonizados, sino
también todos aquellos, y ciertamente son muchos, que han vivido con fidelidad,
entusiasmo y humildad su vida cristiana, según los valores del Evangelio,
cumpliendo la voluntad del Padre
Dios nos ha llamado a todos a la
santidad.
Ser santo no es tener una aureola
en la cabeza y hacer milagros, sino simplemente hacer las cosas ordinarias
extraordinariamente bien, con amor y por amor a Dios y al prójimo según su
capacidad y según su condición de vida:
parejas de esposos, jóvenes
llenos de vida y de valentía, niños despiertos y revoltosos, obreros,
oficinistas, maestros, enfermeros, médicos... En definitiva, todos los que han
vivido el compromiso del bautismo en todas las formas de vida.
Todos debemos luchar para
conseguirla, estando conscientes de que se nos van a presentar algunos
obstáculos como nuestra pasión dominante; el desánimo; el agobio del trabajo;
el pesimismo; la rutina y las omisiones.
¿Como alcanzar la santidad?
- Detectando el defecto dominante
y planteando metas para combatirlo a corto y largo plazo.
- Orando humildemente,
reconociendo que sin Dios no podemos hacer nada.
- Acercándonos a los sacramentos.
Comunión de los santos.
La comunión de los santos
significa que ellos participan activamente en la vida de la Iglesia, por el
testimonio de sus vidas, por la transmisión de sus escritos y por su oración.
Contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que han quedado
en la tierra. La intercesión de los santos significa que ellos, al estar
íntimamente unidos con Cristo, pueden interceder por nosotros ante el Padre.
Esto ayuda mucho a nuestra debilidad humana.
Su intercesión es su más alto
servicio al plan de Dios.
Podemos y debemos rogarles que
intercedan por nosotros y por el mundo entero.
Aunque todos los días deberíamos
pedir la ayuda de los santos, es muy fácil que el ajetreo de la vida nos haga
olvidarlos y perdamos la oportunidad de recibir todas las gracias que ellos
pueden alcanzarnos. Por esto, la Iglesia ha querido que un día del año lo
dediquemos especialmente a rezar a los santos para pedir su intercesión. Este
día es el 1ro. de Noviembre.
Categorías de culto católico.
Los católicos distinguimos tres
categorías de culto:
- Latría o Adoración: Latría
viene del griego latreia, que quiere decir servicio a un amo, al señor
soberano. El culto de adoración es el culto interno y externo que se rinde sólo
a Dios.
- Dulía o Veneración: Dulía viene
del griego doulos que quiere decir servidor, servidumbre. La veneración se
tributa a los siervos de Dios, los ángeles y los bienaventurados, por razón de
la gracia eminente que han recibido de Dios. Este es el culto que se tributa a
los santos. Nos encomendamos a ellos porque creemos en la comunión y en la
intercesión de los santos, pero jamás los adoramos como a Dios. Tratamos sus
imágenes con respeto, al igual que lo haríamos con la fotografía de un ser
querido. No veneramos a la imagen, sino a lo que representa.
- Hiperdulía o Veneración
especial: Este culto lo reservamos para la Virgen María por ser superior
respecto a los santos. Con esto, reconocemos su dignidad como Madre de Dios e
intercesora nuestra. Manifestamos esta veneración con la oración e imitando sus
virtudes, pero no con la adoración
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