Evangelio del 7 de octubre 2024 Lucas 10, 25-37

En aquel tiempo, se presentó ante Jesús un doctor de la ley
para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para
conseguir la vida eterna?" Jesús le dijo: "¿Qué es lo que está
escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó:
"Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas
tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le
dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás".
El doctor de la ley, para justificarse, le preguntó a Jesús:
"¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba
por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales
lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo
camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un
levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba
de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con
aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un
mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño
del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré a mi
regreso'.
¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del
hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le
respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo:
"Anda y haz tú lo mismo".
Reflexión
Decir "te amo" no es suficiente, es necesario que
este amor se haga manifiesto a través de nuestras acciones y de nuestras
actitudes. El verdadero amor muestra siempre interés por la otra persona y es
capaz de comprometer hasta sus propios recursos con el fin de mostrar con
claridad su intensidad. Quien ama, siempre tiene tiempo para la otra persona,
para la persona amada.
Si quieres saber quién te ama de verdad evalúa estos tres
elementos:
-Fíjate quién se interesa por ti.
-Quién es capaz de comprometer su vida contigo y por ti;
-Quién hace un pequeño espacio en su agitado día para
decirte: "Hola, ¿cómo estás?"
¿Tendrás tú también estas actitudes para con Dios?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario