Evangelio del 23 de octubre 2024 Lucas 12, 39-48

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus
discípulos: “Fíjense en esto: Si un padre de familia supiera a qué hora va a
venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un
boquete en su casa. Pues también ustedes estén preparados, porque a la hora en
que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre”.
Entonces Pedro le preguntó a
Jesús: “¿Dices esta parábola sólo por nosotros o por todos?”
El Señor le respondió: “Supongan
que un administrador, puesto por su amo al frente de la servidumbre con el
encargo de repartirles a su tiempo los alimentos, se porta con fidelidad y
prudencia. Dichoso ese siervo, si el amo, a su llegada, lo encuentra cumpliendo
con su deber. Yo les aseguro que lo pondrá al frente de todo lo que tiene.
Pero si ese siervo piensa: ‘Mi
amo tardará en llegar’ y empieza a maltratar a los otros siervos y siervas, a
comer, a beber y a embriagarse, el día menos pensado y a la hora más inesperada
llegará su amo y lo castigará severamente y le hará correr la misma suerte de
los desleales.
El siervo que conociendo la
voluntad de su amo, no haya preparado ni hecho lo que debía, recibirá muchos
azotes; pero el que, sin conocerla, haya hecho algo digno de castigo, recibirá
pocos.
Al que mucho se le da, se le
exigirá mucho; y al que mucho se le confía, se le exigirá mucho más”.
Reflexión
Dios ha puesto en nuestras manos
muchos bienes materiales, humanos, espirituales. Nos ha dado la gracia, la
vida; nos ha encomendado el cuidado de nuestros amigos y hermanos para que los
ayudemos a llegar a la santidad; nos ha puesto a algunos de nosotros como
administradores de bienes y nos ha encargado la promoción de nuestros
subordinados.
Todos, cada uno según sus
carismas y el llamado propio, hemos sido constituidos en administradores de los
bienes del Señor, por ello valdría la pena hoy revisar cómo hemos administrado
nuestros bienes materiales.
Para quien está casado ¿cómo ha
dirigido su casa, su familia y a los hijos? Para quien tiene responsabilidades
con subordinados ¿cómo los ha tratado y ayudado en su promoción integral? No se
te olvide lo que hoy dice el Señor que “a quien mucho se le confió, mucho se le
exigirá”.
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