sábado, 5 de octubre de 2024

Salmo 8

viernes, 4 de octubre de 2024

DOMINGO XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 6 de octubre 2024

 



 

 

Matrimonio y Familia en el «proyecto» de Dios…
 
El mensaje de la palabra de Dios en este domingo lo podríamos reducir a tres aspectos fundamentales: el drama de la «soledad», el auténtico «amor» entre el hombre y la mujer, y la problemática situación de la «familia» hoy… Adán, como leemos en la primera lectura, vivía en el Paraíso, ponía los nombres a las demás creaturas, ejerciendo una incomparable superioridad, pero aun así se sentía solo… El corazón de Dios se entristeció al ver su condición y dijo: «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que lo ayude» (Gn 2, 18)… Dios no ha creado al ser humano para vivir en la tristeza sino para compartir un camino con otra persona que le sea complementaria. Y –como nos lo recordaba muy bella y atinadamente el salmo 127, que apenas hemos proclamado– Él lo creó para vivir la extraordinaria experiencia de amar y ser amado. Jesús, ante la pregunta retórica que le habían dirigido, como una trampa, para hacerlo quedar mal ante la multitud que lo seguía –y que practicaba el divorcio, como realidad consolidada– responde de forma sencilla e inesperada: restituye todo al origen, al origen de la creación. Este es el sueño de Dios para su criatura predilecta: verla realizada en la unión de amor, feliz en el camino común, en la donación recíproca y fecunda. Es el mismo designio que Jesús resume en el Evangelio de hoy con estas palabras: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne».
 
Es en este contexto bastante problemático donde la Iglesia está llamada a vivir su misión en la fidelidad, en la verdad y en la caridad… Hoy se vive la paradoja de un mundo globalizado en el que vemos tantos progresos materiales, pero cada vez menos «calor de hogar y de familia». Muchos proyectos ambiciosos, pero poco tiempo para disfrutarlos en común… «Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre». Es esta la exhortación a los esposos creyentes para que busquen superar toda forma de individualismo y de miedo a comprometerse de por vida… En tal unidad los cónyuges transmiten la vida a los nuevos seres humanos: se convierten en padres. Participan de la potencia creadora de Dios mismo. [Sintetizado de: Papa Francisco, Homilía, 4-X-2015].
 
 
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Est 4, 17
 
En tu voluntad, Señor, está puesto el universo, y no hay quien pueda resistirse a ella. Tú hiciste todo, el cielo y la tierra, y todo lo que está bajo el firmamento; tú eres Señor del universo.
 
 
GLORIA.
 
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor, Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre, ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
 
 
ORACIÓN COLECTA
 
Dios todopoderoso y eterno, que en la superabundancia de tu amor sobrepasas los méritos y aun los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia para que libres nuestra conciencia de toda inquietud y nos concedas aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
 
 
PRIMERA LECTURA
 
Serán los dos una sola cosa.
 
Del libro del Génesis 2, 18-24
 
En aquel día, dijo el Señor Dios: "No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle a alguien como él, para que lo ayude". Entonces el Señor Dios formó de la tierra todas las bestias del campo y todos los pájaros del cielo y los llevó ante Adán para que les pusiera nombre y así todo ser viviente tuviera el nombre puesto por Adán.
 
Así, pues, Adán les puso nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias del campo; pero no hubo ningún ser semejante a Adán para ayudarlo.
 
Entonces el Señor Dios hizo caer al hombre en un profundo sueño, y mientras dormía, le sacó una costilla y cerró la carne sobre el lugar vacío. Y de la costilla que le había sacado al hombre, Dios formó una mujer. Se la llevó al hombre y éste exclamó: "Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada mujer, porque ha sido formada del hombre"
 
Por eso el hombre abandonará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola cosa. Palabra de Dios.
 
 
SALMO RESPONSORIAL del salmo 127, 1-2. 3. 4-5. 6
 
R. Dichoso el que teme al Señor.
 
Dichoso el que teme al Señor y sigue sus caminos: comerá del fruto de su trabajo, será dichoso, le irá bien. R.
 
Su mujer, como vid fecunda, en medio de su casa; sus hijos, como renuevos de olivo, alrededor de su mesa. R.
 
Esta es la bendición del hombre que teme al Señor: "Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida". R.
 
 
SEGUNDA LECTURA
 
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana.
 
De la carta a los hebreos 2, 9-11
 
Hermanos: Es verdad que ahora todavía no vemos el universo entero sometido al hombre; pero sí vemos ya al que por un momento Dios hizo inferior a los ángeles, a Jesús, que, por haber sufrido la muerte, está coronado de gloria y honor. Así, por la gracia de Dios, la muerte que él sufrió redunda en bien de todos.
 
En efecto, el creador y Señor de todas las cosas quiere que todos sus hijos tengan parte en su gloria. Por eso convenía que Dios consumara en la perfección, mediante el sufrimiento, a Jesucristo, autor y guía de nuestra salvación.
 
El santificador y los santificados tienen la misma condición humana. Por eso no se avergüenza de llamar hermanos a los hombres. Palabra de Dios.
 
 
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO         1 Jn 4, 12
 
R. Aleluya, aleluya.
 
Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. R. Aleluya.
 
 
EVANGELIO
 
Lo que Dios unió, que no lo separe el hombre.
 
Del santo Evangelio según san Marcos 10, 2-16
 
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: "¿Le es lícito a un hombre divorciarse de su esposa?"
 
Él les respondió: "¿Qué les prescribió Moisés?" Ellos contestaron: "Moisés nos permitió el divorcio mediante la entrega de un acta de divorcio a la esposa". Jesús les dijo: "Moisés prescribió esto, debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio, al crearlos, Dios los hizo hombre y mujer. Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su esposa y serán los dos una sola cosa. De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. Por eso, lo que Dios unió, que no lo separe el hombre".
Ya en casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre el asunto. Jesús les dijo: "Si uno se divorcia de su esposa y se casa con otra, comete adulterio contra la primera. Y si ella se divorcia de su marido y se casa con otro, comete adulterio".
Después de esto, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo.
Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: "Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él". Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos.
Palabra del Señor.
 
 
PROFESIÓN DE FE
 
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
 
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
 
 
ORACION DE LOS FIELES:
 
Elevemos nuestra plegaria al Señor con aquella confianza filial que el Espíritu Santo suscita en nuestros corazones:
 
1. Para que la Iglesia –mediante la santidad de sus fieles y el celo de sus ministros– anuncie a todos los hombres la salvación de Dios, roguemos al Señor.
 
2. Para que el Señor ayude a los gobernantes, a fin de que se logre en todas las naciones la paz, el progreso y la libertad religiosa, roguemos al Señor.
 
3. Para que las naciones que sufren a causa de las guerras vean alejarse de sus pueblos la violencia, la destrucción y las lágrimas, roguemos al Señor.
 
4. Para que el Señor ilumine los ojos de nuestro corazón, a fin de que sepamos descubrir la esperanza a la que nos ha llamado, roguemos al Señor.
 
Dios nuestro, que has creado al hombre y a la mujer para que sean los dos una sola carne, retorna a los hijos de Adán a la santidad de su origen, a fin de que ningún poder humano nunca separe aquello que tú mismo has unido. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 
 
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
 
Acepta, Señor, el sacrificio que tú mismo nos mandaste ofrecer, y, por estos sagrados misterios, que celebramos en cumplimiento de nuestro servicio, dígnate llevar a cabo en nosotros la santificación que proviene de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
 


PREFACIO
 
El Misterio de la salvación
 
 
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, compadecido del extravío de los hombres, quiso nacer de la Virgen María; muriendo en la cruz, nos libró de la muerte eterna y, resucitando, nos dio vida eterna. Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo,
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo.
 
 
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN   Cfr. I Cor 10, 17
 
El pan es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo, porque todos participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz.
 
 
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
 
Dios omnipotente, saciados con este alimento y bebida celestiales, concédenos ser transformados en aquel a quien hemos recibido en este sacramento. Por Jesucristo, nuestro Señor.

EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20241006

 



«Preguntado si era lícito, no contestó directamente que no lo era, para no causar un alboroto, sino que les dio la ley por respuesta, a fin de que ellos mismos se contestasen lo que convenía. Pero Él en respuesta les dijo: ¿Qué os mandó Moisés? Ellos dijeron: Moisés permitió repudiarla, precediendo escritura legal de repudio. Dicen esto, o para contestar al Salvador, para incitar los hombres contra Él; porque era indiferente esto para los judíos, todos los cuales obraban, así como autorizados por la ley. Si el Señor hubiese querido el repudio, hubiese creado muchas mujeres en vez de una. Dios no solamente unió la mujer al hombre, sino que dispuso que éste abandonase por ella a sus padres, según estas palabras que puso en boca de Adán: Por cuya razón dejará el hombre a su padre y a su madre, y juntarse ha con su mujer: demostrando lo indisoluble del matrimonio con la expresión y juntarse ha. Es decir que, saliendo de una raíz, se fundirán en un solo cuerpo. De manera -continúa- que ya no son dos, sino una sola carne. Sacando una terrible deducción de esas premisas, no dijo no separéis, sino no separe el hombre lo que Dios ha juntado. Y si no se ha de separar a los dos a quienes Dios ha unido, mucho menos se debe separar a Cristo de la Iglesia, a la cual unió Dios con Cristo» (San Juan Crisóstomo [c.347-4071. Evangelio de Mateo. Homilía 62, 1-2).

Evangelio del 5 de octubre 2024 Lucas 10, 17-24

 



 

En aquel tiempo, los setenta y dos discípulos regresaron llenos de alegría y le dijeron a Jesús: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre".
 
Él les contestó: "Vi a Satanás caer del cielo como el rayo. A ustedes les he dado poder para aplastar serpientes y escorpiones y para vencer toda la fuerza del enemigo, y nada les podrá hacer daño. Pero no se alegren de que los demonios se les sometan. Alégrense más bien de que sus nombres están escritos en el cielo".
 
En aquella misma hora, Jesús se llenó de júbilo en el Espíritu Santo y exclamó: "¡Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla! ¡Gracias, Padre, porque así te ha parecido bien! Todo me lo ha entregado mi Padre y nadie conoce quién es el Hijo, sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar".
 
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: "Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven. Porque yo les digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron".
 


Reflexión


 
Quisiera que centráramos nuestra atención en los últimos versículos del texto, pues creo que realmente nosotros somos muy afortunados, los que vivimos en estos últimos tiempos; nosotros que hemos tenido la dicha de escuchar la Palabra del Señor y llenarnos de su amor y de su paz.
 
Esto me lleva a pensar en todos los hermanos que no han escuchado nunca este mensaje o peor aún, en los que lo han escuchado y lo han rechazado, sin darse cuenta de que esto los priva de la felicidad y del amor que Dios nos ofrece. Es realmente triste darnos cuenta de que, aún hoy en día, como en los tiempos de Jesús, la gente sigue tan metida en sus propias cosas que no son capaces de poner atención al mensaje del Evangelio.
 
Por eso nosotros, en especial tú que hoy estás leyendo este evangelio, eres realmente afortunado, pues estoy seguro de que si continúas diariamente leyendo y profundizando en el mensaje de Jesús, esto traerá para tu vida muchas gracias y bendiciones; tu vida y la de tu familia se enriquecerán enormemente. Dale gracias a Dios por haberte concedido tener acceso a las maravillas de su amor, y continúa extasiándote con todo lo que Dios hace día con día en tu vida.

jueves, 3 de octubre de 2024

Evangelio del 4 de octubre 2024 Lucas 10, 13-16

 



 

En aquel tiempo, Jesús dijo: "¡Ay de ti, ciudad de Corozaín! ¡Ay de ti, ciudad de Betsaida! Porque si en las ciudades de Tiro y de Sidón se hubieran realizado los prodigios que se han hecho en ustedes, hace mucho tiempo que hubieran hecho penitencia, cubiertas de sayal y de ceniza. Por eso el día del juicio será menos severo para Tiro y Sidón que para ustedes. Y tú, Cafarnaúm, ¿crees que serás encumbrada hasta el cielo? No. Serás precipitada en el abismo".
 
Luego, Jesús dijo a sus discípulos: "El que los escucha a ustedes, a mí me escucha; el que los rechaza a ustedes, a mí me rechaza y el que me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado".
 
Reflexión
 
¿Alguna vez te has detenido a ver la obra que Dios ha hecho en tu vida? Estoy seguro de que si miras hacia atrás y eres honesto contigo mismo, verás el paso de Dios por tu vida. Cada una de nuestras historias personales está marcada por la delicadeza y el amor de Dios.
 
Incluso en aquellos momentos que nos han parecido menos buenos. Si el hombre es honesto descubrirá en su vida el rastro amoroso de Dios. De este Dios que nos busca, que no se cansa de hacernos el bien, de un Dios que a pesar de nuestras infidelidades continúa manifestándose con amor. Jesús, hoy reprocha a las ciudades que no fueron capaces de descubrir todo lo que Dios había hecho por ellas; no fueron capaces de cambiar su vida, ni aun viendo la obra de Dios en ellas.
 
No permitas que esto pase en tu vida, Dios espera de ti un cambio, sobre todo, hacia él y hacia los que viven a tu alrededor. Valdría la pena reflexionar este fin de semana ¿Cómo he respondido a todo el amor que Dios ha derramado en mi vida?

miércoles, 2 de octubre de 2024

Evangelio del 3 de octubre 2024 Lucas 10, 1-12

 



 

En aquel tiempo, designó el Señor a otros setenta y dos discípulos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares a donde pensaba ir, y les dijo: "La cosecha es mucha y los trabajadores pocos. Rueguen, por tanto, al dueño de la mies que envíe trabajadores a sus campos. Pónganse en camino; los envío como corderos en medio de lobos. No lleven ni dinero, ni morral, ni sandalias y no se detengan a saludar a nadie por el camino. Cuando entren en una casa, digan: ‘Que la paz reine en esta casa’. Y si allí hay gente amante de la paz, el deseo de paz de ustedes se cumplirá; si no, no se cumplirá. Quédense en esa casa. Coman y beban de lo que tengan, porque el trabajador tiene derecho a su salario. No anden de casa en casa. En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les den. Curen a los enfermos que haya y díganles: ‘Ya se acerca a ustedes el Reino de Dios’.
 
Pero si entran en una ciudad y no los reciben, salgan por las calles y digan: ‘Hasta el polvo de esta ciudad, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos, en señal de protesta contra ustedes. De todos modos, sepan que el Reino de Dios está cerca’. Yo les digo que en el día del juicio, Sodoma será tratada con menos rigor que esa ciudad".
 
 
Reflexión


Cuando levantamos los ojos y vemos un mundo consumido por el egoísmo, un mundo que se destruye a sí mismo con guerras, injusticia y vicios, en fin, cuando vemos que aún el mensaje del Evangelio no penetra nuestros corazones ni las estructuras del mundo, podemos comprender que efectivamente la mies es mucha y los obreros pocos.
 
Y no es que el Señor haya desatendido la oración de la Iglesia, sino más bien, que pocos son los que han respondido a la invitación. No pensemos solamente en las vocaciones religiosas (sacerdotes y religiosas), pensemos en que cada uno de nosotros, por el bautismo, nos hemos convertido en discípulos del Señor, en hombres y mujeres comprometidos a testificar nuestra fe. Si cada uno de los bautizados tomara en serio su papel, en la Iglesia se multiplicarían las manos, y el trabajo sería mucho más fácil. Se podría llegar a donde hasta ahora el Evangelio no ha llegado.
 
Jesús llama a cada uno de nosotros, seamos casados, solteros o religiosos consagrados, a participar activamente en la evangelización. Tomemos con celo este llamado y desde nuestra vocación particular hagamos cuanto esté de nuestra parte para que el Evangelio impregne todas las estructuras de nuestra sociedad, para que Cristo sea verdaderamente el Señor de todos los corazones. Tú puedes hacer algo. ¡Decídete!

martes, 1 de octubre de 2024

LOS SANTOS ÁNGELES CUSTODIOS 2 de Octubre

 



Además de la festividad de los tres arcángeles, la Iglesia celebra el 2 de Octubre de cada año la fiesta de los Ángeles de la Guarda.

Ángel significa mensajero de Dios. Los ángeles son un regalo de Dios que ayudan al hombre, debilitado por el pecado original, y que influyen sobre los sentidos y su imaginación, para que siga la voz de su conciencia y para que los cristianos podamos cumplir con nuestras promesas bautismales y demás compromisos particulares. Sin embargo no limitan la libertad humana, ya que el hombre puede resistirse al llamado mismo de la gracia.

El Ángel de la Guarda protege principalmente las facultades donde radica la dignidad del hombre; la inteligencia para conocer la verdad y la voluntad, para amar a Dios y al prójimo.


Santo Tomás de Aquino dice: “Los ángeles miran más lejos que todos los profetas y videntes. El mismo universo es la medida de su ser”