martes, 23 de septiembre de 2025

Evangelio del 24 de septiembre 2025 Lucas 9, 1-6

 



En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos. Y les dijo: "No lleven nada para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas. Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en señal de acusación". Ellos se pusieron en camino y fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes.

 

Reflexión

 

Una vez más Cristo nos invita, como decía el Papa Francisco, a ser una Iglesia en salida. Es decir vivir hacia afuera. Salir al encuentro del otro, salir a cubrir las necesidades del otro, salir de nosotros mismos, salir de mi zona de confort, salir de mi mundo y entrar al mundo de otro que me necesita.

Salir a curar enfermos, yo no soy doctor, pero puedo orar por ellos, puedo hacer intercesión por ellos. ¿Cómo voy a expulsar un demonio? yo no tengo las facultades, yo no soy exorcista. Hay muchos demonios que no necesitan de un exorcismo: el demonio de la incredulidad, el demonio de la indiferencia, el demonio del materialismo, de la superficialidad.

Y ¿cómo salir? ¿cuáles son esas actitudes con las que Cristo nos invita a salir? Salir sin miedo, salir con decisión y confianza, salir con entusiasmo y fuerza, salir con alegría y esperanza.

 

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