martes, 12 de agosto de 2025

Evangelio del 13 de agosto 2025 Mateo 18, 15-20

 



En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Si tu hermano comete un pecado, ve y amonéstalo a solas. Si te escucha, habrás salvado a tu hermano. Si no te hace caso, hazte acompañar de una o dos personas, para que todo lo que se diga conste por boca de dos o tres testigos. Pero si ni así te hace caso, díselo a la comunidad; y si ni a la comunidad le hace caso, apártate de él como de un pagano o de un publicano.

Yo les aseguro que todo lo que aten en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la tierra, quedará desatado en el cielo.

Yo les aseguro también que si dos de ustedes se ponen de acuerdo para pedir algo, sea lo que fuere, mi Padre celestial se lo concederá; pues donde dos o tres se reúnen en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos".

 

Reflexión

 

Aprendamos a ser humildes, a acercarnos al sacramento de la reconciliación, pedir perdón, fortalecer nuestra vida espiritual para poder salir y cuando sea necesario, ¡sí!, corregir al hermano. Pero, no corregirlo y dejarlo ahí tirado, sino corregirlo, ayudarlo, levantarlo, acogerlo y caminar con él.

Dios es bueno y bello. Nosotros, sus hijos, debemos de tener algo bueno y bello. ¡Saquémosle brillo a eso que tenemos!

 

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