Evangelio 5 de febrero 2025

Evangelio 5 de febrero 2025
Lucas 9, 23-26
En aquel tiempo, Jesús le dijo a la multitud: "Si alguno quiere
acompañarme, que no se busque a sí mismo, que tome su cruz de cada día y me
siga. Pues el que quiera conservar para sí mismo su vida, la perderá; pero el
que la pierda por mi causa, ése la encontrará. En efecto, ¿de qué le sirve al
hombre ganar todo el mundo, si se pierde a sí mismo o se destruye?
Por otra parte, si alguien se avergüenza de mí y de mi doctrina,
también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga revestido de su
gloria y de la del Padre y de la gloria de los santos ángeles".
Reflexión
Este pasaje de Jesús es rico por su contenido y porque pone las bases
del discipulado: "Negarse a sí mismo, tomar la cruz de cada día y no
avergonzarse de ser discípulo del Maestro". Quien toma en serio el
Evangelio y busca vivir conforme a él, lo primero que notará es que su
enseñanza es contraria a lo que muchos de nuestros conocidos hacen y piensan,
es contrario a algunos de nuestros más profundos deseos y aspiraciones.
Es por ello que se dará cuenta que no se puede ser cristiano si no se
tiene todo por basura, como dirá San Pablo, con tal de ganar a Cristo. La
conversión es un proceso paulatino en el que Cristo se va trasparentando en la
vida del hombre, por ello se corre el riesgo de, una vez comenzado,
avergonzarse y buscar ocultar el buen olor de Cristo a los demás por temor a
ser criticado o expulsado de los grupos sociales e incluso religiosos.
Pero éstas son las condiciones para la santidad y para ser
verdaderamente feliz en el amor de Dios. Te invito a meditar hoy en estas
palabras de Jesús. Repítelas en tu corazón y ve qué efecto producen en ti,
pues, ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo, si no se realiza en él este
plan amoroso de Dios?
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