lunes, 30 de septiembre de 2024
Evangelio del 1 de octubre 2024 Lucas 9, 51-56
Cuando ya se acercaba el tiempo
en que tenía que salir de este mundo, Jesús tomó la firme determinación de
emprender el viaje a Jerusalén. Envió mensajeros por delante y ellos fueron a
una aldea de Samaria para conseguirle alojamiento; pero los samaritanos no
quisieron recibirlo, porque supieron que iba a Jerusalén. Ante esta negativa,
sus discípulos Santiago y Juan le dijeron: "Señor, ¿quieres que hagamos
bajar fuego del cielo para que acabe con ellos?"
domingo, 29 de septiembre de 2024
Evangelio del 30 de septiembre 2024 Lucas 9, 46-50
Un día, surgió entre los discípulos una discusión sobre quién era el
más grande de ellos. Dándose cuenta Jesús de lo que estaban discutiendo, tomó a
un niño, lo puso junto a sí y les dijo: "El que reciba a este niño en mi
nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me ha
enviado. En realidad el más pequeño entre todos ustedes, ése es el más
grande".
Entonces, Juan le dijo: "Maestro, vimos a uno que estaba
expulsando a los demonios en tu nombre; pero se lo prohibimos, porque no anda
con nosotros". Pero Jesús respondió: "No se lo prohíban, pues el que
no está contra ustedes, está en favor de ustedes".
Reflexión
Uno de los elementos más importantes del evangelio es el ir adoptando
los criterios de Jesús.
Mientras que nuestra vida, mediante todos sus "maestros",
busca aleccionarnos sobre los criterios que se deben tomar para llegar a ser
felices, Jesús, único maestro del cristiano, nos muestra en su evangelio lo que
verdaderamente puede llevar al hombre a la felicidad. Hoy ilumina el área de
nuestras aspiraciones y de nuestro trato con él. Y así, mientras que el mundo
nos insiste en el poder, estatus, sabiduría, etc., Jesús cambia el criterio y
presenta a un niño, que en la comunidad judaica no tenía ningún valor, era el
elemento más pequeño en la escala social, que necesita de todos en todos los
sentidos, el más indefenso, y afirma que para él será verdaderamente grande
quien se siente necesitado como un niño y se deja amar y abrazar por él.
Será también grande quien es capaz de renunciar a los
"privilegios" que puede tener, con el fin de servir a los
necesitados, a los que no tienen voz, a los marginados, a los que son como
niños en la comunidad. Queda así claro cuáles son sus preferencias y por lo
tanto, cuáles deben ser las preferencias de los discípulos. ¿Cómo cuadran estas
preferencias de Jesús con tu vida?
viernes, 27 de septiembre de 2024
Evangelio del 28 de septiembre 2024 Lucas 9, 43-45
En aquel tiempo, como todos
comentaban admirados los prodigios que Jesús hacía, éste dijo a sus discípulos:
"Presten mucha atención a lo que les voy a decir: El Hijo del hombre va a
ser entregado en manos de los hombres".
Pero ellos no entendieron estas
palabras, pues un velo les ocultaba su sentido y se las volvía incomprensibles.
Y tenían miedo de preguntarle acerca de este asunto.
Reflexión
Ciertamente estas palabras de
Jesús resultaban incomprensibles para todos aquellos que esperaban que él fuera
el Mesías triunfante, el Rey que habría de erradicar de su nación a los
usurpadores y regresarles la gloria y la riqueza que en otro tiempo habían
tenido. Era, pues, difícil entender a un Mesías que "debía ser entregado a
los hombres para que lo mataran e hicieran de él lo que quisieran".
Hoy, quizás esta sea una de las
razones poderosas por las que mucha gente no lo sigue y de que muchos de los
que lo siguen decidan abandonarlo. Muchos entran al cristianismo pensando que
Jesús tiene que resolverles la vida; que ha venido para que no haya
enfermedades ni dolor en el mundo; para arreglar su vida de manera que todo sea
“color de rosa”. Jesús ha venido para traernos la salvación, la vida en
abundancia, un estado de vida interior que hace que todo lo demás pueda ser
maravilloso y vivirse la vida con paz y alegría.
Pero, para descubrir este tipo de
Mesías, es necesario tener una presencia activa del Espíritu que nos revele en
el interior la verdadera acción de nuestro Mesías. Desde ahí podremos ver que
la liberación y riqueza traída por Jesús es muchísimo más valiosa que la que
pudiéramos haber pensado. Pide en tu oración de este día que el Espíritu quite
de tu mente el velo que pueda estarla cubriendo.
jueves, 26 de septiembre de 2024
Evangelio del 27 de septiembre 2024 Lucas 9, 18-22
Un día en que Jesús, acompañado
de sus discípulos, había ido a un lugar solitario para orar, les preguntó:
"¿Quién dice la gente que soy yo?" Ellos contestaron: "Unos
dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los
antiguos profetas, que ha resucitado".
Él les dijo: "Y ustedes,
¿quién dicen que soy yo?" Respondió Pedro: "El Mesías de Dios".
Entonces Jesús les ordenó severamente que no lo dijeran a nadie.
Después les dijo: "Es
necesario que el Hijo del hombre sufra mucho, que sea rechazado por los
ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que sea entregado a la muerte y
que resucite al tercer día".
Reflexión
La respuesta de Pedro a Jesús es
correcta, sin embrago, la idea de Mesías no es la correcta. El pasaje nos deja
ver cómo los apóstoles esperaban un Mesías que les resolviera todos sus
problemas, un Mesías que los liberara de los romanos, que les devolviera el
poder económico.
Jesús los corrige de nuevo. El
Reino y el mesianismo que él trae están relacionados con la cruz, con la
renuncia, con el rechazo por parte de los "importantes". No es un
cristianismo de privilegios sino de esfuerzo y donación. Puede ser que hoy
todavía muchos de nosotros estemos esperando este tipo de "Mesías".
Un Mesías
"resuelve-todo", sin embargo, Jesús nos ha obtenido del Padre el
poder del Espíritu Santo. Con él y nuestra colaboración, seremos capaces de
responder a las exigencias de la vida y llevar adelante nuestros proyectos. Y
tú, ¿qué tipo de Mesías piensas que es Jesús?
miércoles, 25 de septiembre de 2024
Evangelio del 26 de septiembre 2024 Lucas 9, 7-9
En aquel tiempo, el rey Herodes
se enteró de todos los prodigios que Jesús hacía y no sabía a qué atenerse,
porque unos decían que Juan había resucitado; otros, que había regresado Elías,
y otros, que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.
Pero Herodes decía: "A Juan
yo lo mandé decapitar. ¿Quién será, pues, éste del que oigo semejantes
cosas?" Y tenía curiosidad de ver a Jesús.
Reflexión
¿Cuál es la imagen que tenemos de
Jesús? En la Sagrada Escritura nos encontramos con diferentes respuestas a esta
interrogante, y es muy importante el llegar a una definición personal sobre
quién es y qué representa Jesús en mi vida.
La respuesta de esta cuestión es
la que define nuestro compromiso y adhesión a la fe. El evangelio nos dice que
Herodes estaba desconcertado y se preguntaba quién era aquel hombre. Con toda
honestidad, ¿quién es y qué representa Jesús en tu vida?
martes, 24 de septiembre de 2024
Evangelio del 25 de septiembre 2024 Lucas 9, 1-6
En aquel tiempo, Jesús reunió a los Doce y les dio poder y autoridad para expulsar toda clase de demonios y para curar enfermedades. Luego los envió a predicar el Reino de Dios y a curar a los enfermos.
Y les dijo: "No lleven nada
para el camino: ni bastón, ni morral, ni comida, ni dinero, ni dos túnicas.
Quédense en la casa donde se alojen, hasta que se vayan de aquel sitio. Y si en
algún pueblo no los reciben, salgan de ahí y sacúdanse el polvo de los pies en
señal de acusación".
Ellos se pusieron en camino y
fueron de pueblo en pueblo, predicando el Evangelio y curando en todas partes.
Reflexión
En el mundo consumista y
tecnificado de nuestros días buscamos que, incluso la evangelización, caiga
bajo los mismos criterios. Hoy poca importancia se le da a la acción del
Espíritu Santo en la vida de la conversión y del Reino.
Jesús es claro cuando invita a
sus seguidores a no poner su confianza en las cosas del mundo. El cristiano
debe poco a poco habituarse a caminar solo con la gracia de Dios. A depender
totalmente de él. Nuestro Dios es un Dios excelente, un Padre amoroso que
siempre está al pendiente de nuestras necesidades (incluso de las más
pequeñas).
Por lo tanto, no debemos dejar
que las preocupaciones de nuestro día nos agobien. Esfuérzate en hacer bien lo
que de acuerdo con tu vocación y estado te corresponde; anuncia con tu vida y
con tu ejemplo el Evangelio y deja que Dios provea todas tus necesidades.
lunes, 23 de septiembre de 2024
Evangelio del 24 de septiembre 2024 Lucas 8, 19-21
En aquel tiempo, fueron a ver a
Jesús su madre y sus parientes, pero no podían llegar hasta donde él estaba
porque había mucha gente. Entonces alguien le fue a decir: "Tu madre y tus
hermanos están allá afuera y quieren verte". Pero él respondió: "Mi
madre y mis hermanos son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en
práctica".
Reflexión
Este pasaje en algunas ocasiones
se ha utilizado para desacreditar la figura de María Santísima, haciendo
parecer la respuesta de Jesús como un rechazo a su Santísima Madre. Nada más
LEJOS DE LA REALIDAD.
Para san Lucas, María es el
modelo perfecto del discípulo. Jesús aprovecha la llegada de su madre para
enseñar lo que para él es verdaderamente importante. Ciertamente María es
grande a los ojos de Dios por ser la Madre de Jesús, su Hijo único, pero es aún
más grande porque "escucha la palabra de Dios y la pone en práctica".
Es decir, para Dios lo importante no son ni
siquiera las relaciones de sangre sino hacer la voluntad de Dios, pues en ello
está la felicidad y la salvación. Y nosotros, ¿realmente buscamos, como María,
cumplir la voluntad de Dios.
DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO Ciclo B Domingo 29 de septiembre 2024
HAY LUGAR PARA MUCHO MENOS EXCLUSIVISMO
Núm 11, 25-29; Sal 18; Sant 5,1-6; Mc 9 38-43.45.47-48
A veces, entre las personas más devotas, hay una tendencia hacia el
exclusivismo. Quizá esta tendencia sea el motivo para dos de nuestras lecturas
de hoy. En la primera, Dios distribuye su espíritu de profecía con largueza a
muchos, incluyendo personas, como Eldad y Medad, que no se encontraban dentro
de la Tienda de Reunión cuando el Señor bajó a ella. Cuando ellos empiezan a
profetizar, igual a los que estaban dentro de la Tienda, Josué intenta
detenerlos, pero Moisés muestra mucha tolerancia. Así mismo, en el Evangelio,
un exorcista que no formaba parte del círculo de los Doce expulsaba demonios en
el nombre de Cristo. Cuando Juan y los demás muestran la voluntad de detenerlo,
Cristo también muestra una tolerancia. Es que, en la fe cristiana, y también en
el judaísmo, hay lugar para mucho, pero no el exclusivismo.
ANTÍFONA DE ENTRADA Dn 3, 31. 29. 30. 43. 42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo,
porque hemos pecado contra ti y hemos desobedecido tus mandatos; pero haz honor
a tu nombre y trátanos conforme a tu inmensa misericordia.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que manifiestas tu poder de una manera admirable sobre todo
cuando perdonas y ejerces tu misericordia, multiplica tu gracia sobre nosotros,
para que, apresurándonos hacia lo que nos prometes, nos hagas partícipes de los
bienes celestiales.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Ojalá que todo el pueblo de Dios fuera profeta.
Del libro de los Números: 11, 25-29
En aquellos días, el Señor descendió de la nube y habló con Moisés.
Tomó del espíritu que reposaba sobre Moisés y se lo dio a los setenta ancianos.
Cuando el espíritu se posó sobre ellos, se pusieron a profetizar.
Se habían quedado en el campamento dos hombres: uno llamado Eldad y
otro, Medad. También sobre ellos se posó el espíritu, pues aunque no habían ido
a la reunión, eran de los elegidos y ambos comenzaron a profetizar en el
campamento.
Un muchacho corrió a contarle a Moisés que Eldad y Medad estaban
profetizando en el campamento. Entonces Josué, hijo de Nun, que desde muy joven
era ayudante de Moisés, le dijo: "Señor mío, prohíbeselo". Pero
Moisés le respondió: "¿Crees que voy a ponerme celoso? Ojalá que todo el
pueblo de Dios fuera profeta y descendiera sobre todos ellos el espíritu del
Señor".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 18,8.10.12-13.14.
R/. Los mandamientos del Señor alegran el corazón.
La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables
son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
La voluntad de Dios es santa y para siempre estable; los mandamientos
del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Aunque tu servidor se esmera en cumplir tus preceptos con cuidado,
¿quién no falta, Señor, sin advertirlo? Perdona mis errores ignorados. R/.
Presérvame, Señor, de la soberbia, no dejes que el orgullo me domine;
así, del gran pecado tu servidor podrá encontrarse libre. R/.
SEGUNDA LECTURA
Sus riquezas se han corrompido.
De la carta del apóstol Santiago: 5, 1-6
Lloren y laméntense, ustedes, los ricos, por las desgracias que les
esperan. Sus riquezas se han corrompido; la polilla se ha comido sus vestidos;
enmohecidos están su oro y su plata, y ese moho será una prueba contra ustedes
y consumirá sus carnes, como el fuego. Con esto ustedes han atesorado un
castigo para los últimos días.
El salario que ustedes han defraudado a los trabajadores que segaron
sus campos está clamando contra ustedes; sus gritos han llegado hasta el oído
del Señor de los ejércitos. Han vivido ustedes en este mundo entregados al lujo
y al placer, engordando como reses para el día de la matanza. Han condenado a
los inocentes y los han matado, porque no podían defenderse.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Jn 17, 17
R/. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad; santifícanos en la verdad. R/.
EVANGELIO
El que no está contra nosotros, está a nuestro favor. —Si tu mano te es
ocasión de pecado, córtatela.
Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 38-43. 45. 47-48
En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: "Hemos visto a uno que
expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo
prohibimos". Pero Jesús le respondió: "No se lo prohíban, porque no
hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal
de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor. Todo aquel
que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les
aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí,
más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino
y lo arrojaran al mar. Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela; pues más
te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de
castigo, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te es ocasión de pecado,
córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies
ser arrojado al lugar de castigo. Y si tu ojo te es ocasión de pecado,
sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado
con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se
apaga".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades,
para que a nadie falte nunca la ayuda de nuestra caridad y digamos: Te rogamos,
Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Para que el Señor vivifique su Iglesia y le conceda santos y numerosos
ministros que iluminen y santifiquen a los fieles, roguemos al Señor.
Para que Dios conceda a los gobernantes el deseo de ser justos e
infunda en los responsables de los pueblos el sentido de la unidad de la
familia humana, roguemos al Señor.
Para que los que buscan a Dios sinceramente encuentren la verdad que
desean y, habiéndola encontrado, descansen contemplándola, roguemos al Señor.
Para que el Señor perdone nuestras culpas, no permita que recaigamos en
el pecado y nos libre de una muerte imprevista, roguemos al Señor.
Dios nuestro, que no privas nunca a tu pueblo de profetas que anuncien
el Evangelio, derrama el Espíritu sobre la Iglesia, tu nuevo Israel, para que
todos los fieles, enriquecido con tus dones, proclamen con valentía ante el
mundo tus maravillas. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Dios misericordioso, que nuestra ofrenda te sea aceptable y
que por ella quede abierta para nosotros la fuente de toda bendición. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
Nuestra Humanidad salvada por la humanidad de Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte
gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios poderoso y eterno.
Porque reconocemos como la obra de tu poder admirable no sólo haber socorrido
nuestra débil naturaleza con la fuerza de tu divinidad, sino también el haber
previsto el remedio de nuestra misma naturaleza mortal, y así con lo que fue la
causa de nuestra ruina, con eso mismo nos diste la salvación, por Cristo, Señor
nuestro. Por Él, los ángeles cantan con júbilo eterno y nosotros nos unimos a
sus voces, cantando humildemente tu alabanza
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 118, 49-50
Recuerda, Señor, la promesa que le hiciste a tu siervo, ella me infunde
esperanza y consuelo en mi dolor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNÓN
Que este misterio celestial renueve, Señor, nuestro cuerpo y nuestro
espíritu, para que seamos coherederos en la gloria de aquel cuya muerte, al
anunciarla, la hemos compartido. El, que vive y reina por los siglos de los
siglos.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240929
«¡Ay del mundo a causa de los escándalos! Es imposible
evitar que existan los escándalos, pero ¡pobre de aquel que los causa! No se
trata de que sea necesario que existan los escándalos (si no estarían libres de
culpa los que los provocan), sino que se producen necesariamente en este mundo,
se hacen manifiestos por la falta de cada uno. Esta condenación general alcanza
al mismo tiempo a Judas que había preparado su alma para la traición. Si tu
mano o tu pie son para ti ocasión de escándalo, córtalos y arrójalos lejos de
ti, etc. Es imposible evitar que existan los escándalos y, sin embargo, ay del
hombre que por su culpa hace que suceda por él lo que inevitablemente debe
suceder en el mundo. En consecuencia, todo afecto es truncado y amputado todo
parentesco no sea que, a causa de los sentimientos, los creyentes se expongan a
dar escándalo. Si alguien, dice, está tan ligado a ti como tu mano, tu pie, tu
ojo y es para ti útil, solícito, clarividente y perspicaz, pero es para ti
objeto de escándalo y por la diferencia de costumbres te arrastra a la gehena,
es preferible que te prives de su cercanía y de las ventajas temporales antes
que exponerte a la ruina por querer ganar parientes y amigos. En consecuencia,
ningún hermano, ni esposa, ni amigo, ningún afecto que pudiera excluirnos del
Reino de los cielos, se debe anteponer al amor del Señor. Cada uno de los
fieles sabe lo que le hace daño o turba su corazón y lo somete a menudo a la
tentación. Es preferible una vida solitaria que perder la vida eterna por las
necesidades de la vida presente» (San Jerónimo [342-4201. Evangelio de Mateo.
Libro III. Capítulo 18, 7-8).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240929
Por siglos, muchos católicos han asumido que el exclusivismo es la posición oficial de la Iglesia: la verdad y el bien se pueden encontrar sólo en el catolicismo. Pero, en realidad, no fue así. Mientras que algunos líderes de la Iglesia repitieron discursos que parecían exclusivistas, el exclusivismo no fue nunca un dogma. El Concilio Vaticano II intentó expresar esto. En sus documentos sobre la actividad misionera de la Iglesia (Ad gentes), la relación de la Iglesia con otras religiones (Nostra aetate), el ecumenismo (Unuatis redintegratio) y otros, el Concilio intentó enseñar una inclusión que enseñaba la plenitud objetiva de la verdad y del bien en la Iglesia y la existencia de estos dones divinos entre otros cristianos y otras religiones. Nos han dejado la tarea de establecer discusiones con estos "otros" para trabajar hacia una unión más plena.
domingo, 22 de septiembre de 2024
Evangelio del 23 de septiembre 2024 Lucas 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a la
multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la
esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que
entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse,
nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están
entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se
le quitará aun aquello que cree tener".
Reflexión
Una de las acciones más
importantes de nuestra actividad comercial es la publicidad. Las compañías
gastan verdaderas fortunas para hacer que su producto sea conocido y para que
conociéndolo, el público se sienta no sólo invitado a adquirirlo, sino persuadido
de que lo necesita de manera indispensable. Esto es lógico, pues a través de
nuestros sentidos es como conocemos y llegamos a desear lo que se nos ofrece.
Este es el centro del Evangelio
de hoy: que la vida cristiana sea conocida por todos para que se sientan
persuadidos de que sólo en ella es posible la felicidad. Por ello, Jesús invita
a todos sus seguidores a que esta vida, este estilo de pensar, de hablar, de
vivir sea notorio a todos los que nos rodean. En otras palabras, nuestra vida,
nuestra propia persona, es el mejor medio de publicidad para el Evangelio.
Una buena publicidad atraerá a
muchos a imitar y a desear vivir de acuerdo a lo que ven en nosotros; por el
contrario, una mala publicidad o una publicidad negativa alejará a aquellos que
están buscando un camino a la felicidad. Permite que en tu vida se transparente
Cristo; busca con todas tus fuerzas vivir de acuerdo al Evangelio. Recuerda que
las palabras convencen, pero que el testimonio arrastra.
viernes, 20 de septiembre de 2024
Evangelio del 21 de septiembre 2024 Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, Jesús vio a un
hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo:
"Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Reflexión
Si el Evangelio no ha penetrado
los medios más difíciles de nuestra sociedad, pudiera ser porque en muchos
hermanos aún permanece la conciencia farisaica de no juntarse con los
pecadores, con aquellos a los que, por sus múltiples pecados, son considerados
indignos de Dios.
Este pasaje, y en general todo el
evangelio, nos muestra que precisamente éstos son el objeto de la
evangelización. Ciertamente que no es fácil esta tarea, pues exige de parte del
evangelizador una conciencia pura y una espiritualidad centrada en Dios, de tal
manera que pueda ser luz en las tinieblas. De otra manera, las tinieblas pueden
opacar, e incluso, apagar su luz. Por otro lado, Jesús, nos invita a recibir
con gran amor y misericordia a aquellos que, a pesar de sus limitaciones en la
conversión, están buscando llevar una mejor relación con Dios.
Recordemos que la conversión es
un proceso y un camino; hay algunos hermanos que van más adelante y otros más
atrás. Recuerda que si tú eres de los que van adelante, no eres mejor que el
que va atrás, y que con la medida (misericordia) que midas, con esa misma serás
medido. Abre tu corazón a los pobres, a los pecadores, de la misma manera que a
los que están buscando amar más a Dios, pero que se debaten aún en el pecado.
Después, cuando estaba a la mesa
en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con
Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos:
"¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó
y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los
enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no
sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
jueves, 19 de septiembre de 2024
Evangelio del 20 de septiembre 2024 Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús comenzó a
recorrer ciudades y poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo
acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus
malignos y curadas de varias enfermedades. Entre ellas iban María, llamada
Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, el
administrador de Herodes; Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus
propios bienes.
Reflexión
Otra de las características del
Evangelio de san Lucas es la mención de muchas mujeres. El mundo de Jesús no
fue un mundo "machista". Dejaba que las mujeres participaran con él
también del ministerio; cada uno con diferentes roles, pero una misma misión:
LA CONSTRUCCIÓN DEL REINO.
Es importante destacar en este
pasaje que san Lucas pone junto a los apóstoles a las mujeres. Cada vez más la
Iglesia revaloriza el papel de la mujer en el mundo. Según el Génesis, Dios
creó al hombre (ser humano): hombre y mujer. De esta manera nos manifiesta que
ninguno es más que el otro.
Sin embargo, los creó diferentes
en todo, a fin de que se complementaran y ésta es la belleza de la pareja
humana. ¿Cuál es la idea que tienes sobre la pareja cristiana?
Independientemente de tu sexo, ¿estás realmente contribuyendo a la construcción
el Reino?
miércoles, 18 de septiembre de 2024
DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO Domingo 22 de septiembre 2024
LA CONTRADICCIÓN FUNDAMENTAL DE LA VIDA
Sab 2,12. 17-20; Sal 53; Sant 3,16-4,3; Mc 9,30-37
La contradicción fundamental entre el bien y el mal yace en la base de
las lecturas de hoy. En la primera lectura, la sabiduría es accesible en la
persona del justo, pero en vez de abrazarla, los seres humanos (probablemente
apóstatas judíos) prefieren el mal. En la segunda, los miembros de la comunidad
de Santiago tienen el don de la "sabiduría que viene de lo alto" (v.
17), pero viven no según este don sino en medio de peleas y riñas. El Evangelio
narra la conclusión del ministerio de Jesús en Galilea, una conclusión que,
dado el hecho de que Él es la presencia de Dios en el mundo, debería ser feliz,
pero en realidad resulta triste porque la vida de Jesús es amenazada por
ciertos enemigos, mientras que sus discípulos no parecen entender su mensaje.
ANTÍFONA DE ENTRADA
Yo soy la salvación de mi pueblo, dice el Señor. Los escucharé cuando
me llamen en cualquier tribulación, y siempre seré su Dios.
GLORIA
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a quienes ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos,
te damos gracias, Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso. Señor,
Hijo único, Jesucristo. Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; tú que
quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros; tú que quitas el pecado del
mundo, atiende nuestra súplica; tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor, sólo tú
Altísimo, Jesucristo, con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que has hecho del amor a ti y a los hermanos la plenitud de
todo lo mandado en tu santa ley, concédenos que, cumpliendo tus mandamientos,
merezcamos llegar a la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA
Condenemos al justo a una muerte ignominiosa.
Del libro de la Sabiduría: 2, 12. 17-20
Los malvados dijeron entre sí: "Tendamos una trampa al justo,
porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras
violaciones a la ley, nos reprende las faltas contra los principios en que
fuimos educados.
Veamos si es cierto lo que dice, vamos a ver qué le pasa en su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, Él lo ayudará y lo librará de las manos de sus
enemigos. Sometámoslo a la humillación y a la tortura, para conocer su temple y
su valor. Condenémoslo a una muerte ignominiosa, porque dice que hay quien mire
por él".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 53, 3-4. 5. 6. 8.
R/. El Señor es quien me ayuda.
Sálvame, Dios mío, por tu nombre; con tu poder defiéndeme. Escucha,
Señor, mi oración y a mis palabras atiende. R/.
Gente arrogante y violenta contra mí se ha levantado. Andan queriendo
matarme. ¡Dios los tiene sin cuidado! R/.
Pero el Señor Dios es mi ayuda, Él, quien me mantiene vivo. Por eso te
ofreceré con agrado un sacrificio, y te agradeceré, Señor, tu inmensa bondad
conmigo. R/.
SEGUNDA LECTURA
Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
De la carta del apóstol Santiago: 3,16-4, 3
Hermanos míos: Donde hay evidencias y rivalidades, ahí hay desorden y
toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios
son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles,
están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los
pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia.
¿De dónde vienen las luchas y los conflictos entre ustedes? ¿No es,
acaso, de las malas pasiones, que siempre están en guerra dentro de ustedes?
Ustedes codician lo que no pueden tener y acaban asesinando. Ambicionan algo
que no pueden alcanzar, y entonces combaten y hacen la guerra. Y si no lo
alcanzan, es porque no se lo piden a Dios. O si se lo piden y no lo reciben, es
porque piden mal, para derrocharlo en placeres.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. 2 Ts 2, 14
R/. Aleluya, aleluya.
Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria
de nuestro Señor Jesucristo. R/.
EVANGELIO
El Hijo del hombre va a ser entregado. Si alguno quiere ser el primero,
que sea el servidor de todos.
Del santo Evangelio según san Marcos: 9, 30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaban Galilea, pero Él no
quería que nadie lo supiera, porque iba enseñando a sus discípulos. Les decía:
"El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; le darán
muerte, y tres días después de muerto, resucitará". Pero ellos no
entendían aquellas palabras y tenían miedo de pedir explicaciones. Llegaron a
Cafarnaúm, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por el
camino?" Pero ellos se quedaron callados, porque en el camino habían discutido
sobre quién de ellos era el más importante. Entonces Jesús se sentó, llamó a
los Doce y les dijo: "Si alguno quiere ser el primero, que sea el último
de todos y el servidor de todos".
Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les
dijo: "El que reciba en mi nombre a uno de estos niños, a mí me recibe. Y
el que me reciba a mí, no me recibe a mí, sino a aquel que me ha enviado".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE
CREDO NICENO_CONSTANTINOPOLITANO
Creo en un sólo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la
tierra, de todo lo visible y lo invisible. Creo en un sólo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la
misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los
hombres, y por nuestra salvación bajo del cielo, y por obra del Espíritu Santo
se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue
crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al
tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha
del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino
no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede
del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa,
católica y apostólica. Confieso que hay un sólo Bautismo para el perdón de los
pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.
Amén.
PLEGARIA UNIVERSAL
Oremos, hermanos, por todos los hombres y por todas sus necesidades,
para que nunca falte a nadie la ayuda de nuestro amor y digamos: Te rogamos,
Señor. (R/. Te rogamos, Señor.)
Por el santo Padre, el Papa N. por nuestro obispo N., y por todos los
demás obispos, por los presbíteros y diáconos; para que cuiden santamente el
pueblo que tienen encomendado, roguemos al Señor.
Por los jefes de Estado y por los demás gobernantes, por los
responsables del bien común y por los que tienen en sus manos las riquezas del
mundo; para que fomenten la justicia, el bienestar, la paz y la libertad,
roguemos al Señor.
Por los que padecen hambre u otras necesidades, por los que están
enfermos o se sienten oprimidos, por los que añoran la patria o viven lejos de
sus familias y de sus hogares; para que experimenten el consuelo y la fortaleza
de Dios, roguemos al Señor.
Para que Dios nos conceda el gozo del Espíritu, y el perdón de los
pecados, la perseverancia en la fe y en las buenas obras y la salvación eterna
de nuestras almas, roguemos al Señor.
Dios nuestro, Padre de todos, que quieres que el último sea el primero
y propusiste a un niño como ejemplo para los discípulos, danos la sabiduría que
viene de arriba, para que acojamos la palabra de tu Hijo y entendamos que, ante
tus ojos, el primero ha de ser el servidor de todos. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta benignamente, Señor, los dones de tu pueblo, para que recibamos,
por este sacramento celestial, aquello mismo que el fervor de nuestra fe nos
mueve a proclamar. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
El Misterio Pascual y el Pueblo de Dios
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y fuente de salvación
darte gracias y alabarte siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios
todopoderoso y eterno, por Cristo Señor nuestro. Quien, por su Misterio
Pascual, realizó la obra maravillosa de llamamos de la esclavitud del pecado y
de la muerte al honor de ser estirpe elegida, sacerdocio real, nación
consagrada, pueblo de tu propiedad, para que, trasladados por ti de las
tinieblas a tu luz admirable, proclamemos ante el mundo tus maravillas. Por eso
con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos
sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del universo.
Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 118, 4-5
Tú promulgas tus preceptos para que se observen con exactitud. Ojalá
que mi conducta se ajuste siempre, al cumplimiento de tu voluntad.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNÓN
A quienes alimentas, Señor, con tus sacramentos, confórtanos con tu
incesante ayuda, para que en estos misterios recibamos el fruto de la redención
y la conversión de nuestra vida. Por Jesucristo, nuestro Señor.
EN COMUNIÓN CON LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA 20240922
«Y Jesús, llamando a un niño pequeño, lo colocó en medio de ellos. O se trata simplemente de un niño cualquiera, si era la edad lo que le interesaba para mostrarles un modelo de inocencia, o este niño que colocó en medio de ellos es él mismo, que no vino para ser servido sino para servir y darles un ejemplo de humildad. Otros interpretan que este niño pequeño es el Espíritu Santo que había puesto en el corazón de los discípulos para que cambiaran su orgullo en humildad. En verdad os digo: si no se convierten y no os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los cielos. No les prescribe a los apóstoles que tengan la edad de los niños pequeños, sino su inocencia y que lo que éstos tienen por su edad lo alcancen ellos con su esfuerzo, de modo que sean niños pequeños en malicia, no en sabiduría. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése será el mayor en el Reino de los cielos. Así como este niño que os pongo como ejemplo, no persevera en la cólera, no recuerda las ofensas, no se complace a la vista de una mujer hermosa, no piensa de una manera y habla de otra, así también vosotros, si no tenéis semejante inocencia y pureza de alma, no podréis entrar en el Reino de los cielos. 0 bien, en otro sentido: El que se humille como este niño pequeño, será el mayor en el Reino de los cielos: el que me imite y se humille siguiendo mi ejemplo, de modo que se abaje como yo me he abajado tomando la condición de esclavo, ése entrará en el Reino de los cielos Y el que recibe a uno de estos pequeños en mi nombre, a mí me recibe. Si alguno fuera tal que imita a Cristo en su humildad e inocencia, en él se recibe a Cristo» (San Jerónimo [c.347407]. Evangelio de Mateo. Libro III. Capítulo 1 8, 2-5).
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO 20240922
Empezando con el siglo XIX y continuando hasta nuestros días, el mundo ha experimentado grandes logros, especialmente en la tecnología, y también grandes fracasos, como las guerras. Quizá esta experiencia es lo que ha motivado a grandes pensadores para hablar de la tragedia no como un género literario sino como una manera de existir. Personajes como el psicoanalista, Sigmund Freud (1856-1939) o el filósofo español, Miguel de Unamuno (1864-1936) han teorizado que la vida oscila entre dos polos opuestos, uno positivo y el otro negativo, y que debemos abrazar esta oscilación trágica sin esperar resolverlo jamás. Pero la fe cristiana ofrece una salida. Claro que hay una contradicción entre el bien y el mal, pero si abrazamos el sufrimiento que nos viene del mal, descubrimos que con Jesús se pasa del mal al bien supremo, la vida eterna.
Jesús: respuesta al problema del mal
Jesús: respuesta al problema del mal
Por: S. S. Juan Pablo II | Fuente: Catholic.net
"Sabemos que Dios hace concurrir todas las cosas para el bien de
tos que le aman" (Rom 8, 28).
1. La Palabra de Dios afirma de forma clara y perentoria que «la maldad
no triunfa contra la sabiduría (de Dios)» (Sab 7, 30) y que Dios permite el mal
en el mundo con fines más elevados, pero no quiere ese mal. Hoy deseamos
ponernos en actitud de escuchar a Jesucristo, quien en el contexto del misterio
pascual, ofrece la respuesta plena y completa a ese atormentador interrogante.
Reflexionemos antes de nada sobre el hecho que San Pablo anuncia:
Cristo crucificado como «poder de Dios y sabiduría de Dios» (1 Cor 1, 24), en
quien se ofrece la salvación a los creyentes. Ciertamente el suyo es un poder
admirable, pues se manifiesta en la debilidad y el anonadamiento de la pasión y
de la muerte en cruz. Y es además una sabiduría excelsa, desconocida fuera de
la Revelación divina. En el plano eterno de Dios y en su acción providencial en
la historia del hombre, todo mal, y de forma especial el mal moral --el
pecado-- es sometido al bien de la redención y de la salvación precisamente
mediante la cruz y la resurrección de Cristo. Se puede afirmar que, en El, Dios
saca bien del mal. Lo saca, en cierto sentido, del mismo mal que supone el pecado,
que fue la causa del sufrimiento del Cordero inmaculado y de su terrible muerte
en la cruz como víctima inocente por los pecados del mundo. La liturgia de la
Iglesia no duda siquiera en hablar, en este sentido, de la «felix culpa» (cfr.
Exsultet de la Liturgia de la Vigilia Pascual).
2. Así pues, a la pregunta sobre, cómo conciliar el mal y el
sufrimiento en el mundo con la verdad de la Providencia Divina, no se puede
ofrecer una respuesta definitiva sin hacer referencia a Cristo. Efectivamente:
por una parte, Cristo -el Verbo encarnado- confirma con su propia vida -en la
pobreza, la humillación y la fatiga- y especialmente con su pasión y muerte,
que Dios está al lado del hombre en su sufrimiento; más aún, que Él mismo toma
sobre Sí el sufrimiento multiforme de la existencia terrena del hombre. Jesús
revela al tiempo que este sufrimiento posee un valor y un poder redentor y
salvífico, que en él se prepara esa «herencia que no se corrompe», de la que
habla San Pedro en su primera Carta: «la herencia que está reservada para
nosotros en los cielos» (cfr. 2 Pe 1, 4). La verdad de la Providencia adquiere
así mediante «el poder y la sabiduría» de la cruz de Cristo su sentido
escatológico definitivo. La respuesta definitiva a la pregunta sobre la
presencia del mal y del sufrimiento en la existencia terrena del hombre es la
que ofrece la Revelación divina en la perspectiva de la «predestinación de
Cristo», es decir, en la perspectiva de la vocación del hombre y la vida
eterna, a la participación en la vida del mismo Dios. Esta es precisamente la
respuesta que ha ofrecido Cristo, confirmándola con su cruz y con su
resurrección.
3. De este modo, todo, incluso el mal y el sufrimiento presentes en el
mundo creado, y especialmente en la historia del hombre, se someten a esa
sabiduría inescrutable, sobre la cual exclama San Pablo, como transfigurado:
«¡Oh profundidad de la riqueza, de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán
inescrutables son sus juicios e insondables sus caminos ...! (Rom 11, 33). En
todo el contexto salvífico, ella es de hecho la «sabiduría contra la cual no
puede triunfar la maldad» (cfr. Sab, 7, 30). Es una sabiduría llena de amor,
pues «tanto amó Dios al mundo que le dio su unigénito Hijo ...» (Jn 3, 16).
Audiencia general (11-VI-1986)
Evangelio del 19 de septiembre 2024 Lucas 7, 36-50
En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a
la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella
ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó
consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y
comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies; los enjugó con su
cabellera, los besó y los ungió con el perfume.
Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar:
"Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está
tocando; sabría que es una pecadora".
Entonces Jesús le dijo: "Simón, tengo algo que decirte". El
fariseo contestó: "Dímelo, Maestro". Él le dijo: "Dos hombres le
debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro,
cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos.
¿Cuál de ellos lo amará más?" Simón le respondió: "Supongo que aquel
a quien le perdonó más".
Entonces Jesús le dijo: "Has juzgado bien". Luego, señalando
a la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y tú no me
ofreciste agua para los pies, mientras que ella me los ha bañado con sus
lágrimas y me los ha enjugado con sus cabellos. Tú no me diste el beso de
saludo; ella, en cambio, desde que entró, no ha dejado de besar mis pies. Tú no
ungiste con aceite mi cabeza; ella, en cambio, me ha ungido los pies con
perfume. Por lo cual, yo te digo: sus pecados, que son muchos, le han quedado
perdonados, porque ha amado mucho. En cambio, al que poco se le perdona, poco
ama". Luego le dijo a la mujer: "Tus pecados te han quedado
perdonados".
Los invitados empezaron a preguntarse a sí mismos: "¿Quién es éste
que hasta los pecados perdona?" Jesús le dijo a la mujer: "Tu fe te
ha salvado; vete en paz".
Reflexión
Siempre que me han preguntado ¿cuál es la diferencia entre
reconciliación y confesión?, la respuesta la encontramos en este pasaje y es
muy sencilla: Es el amor.
Solamente quien ama se reconcilia, es decir, busca ser perdonado. El
fariseo no siente la necesidad de ser perdonado, lo tiene todo, pero ha
olvidado lo más importante: el amor. La mujer de vida pública, en cambio, se
descubre vacía, necesitada, lo único que tiene es sed de amor. Es precisamente
esta sed de amor lo que la lleva a Jesús, fuente infinita del amor. Había
buscado el amor en los hombres y lo único que recibió fue vacío y soledad.
Jesús no ha venido por los sanos sino por los enfermos: Por ti y por
mí. No tengamos miedo de acercarnos a la reconciliación pues en ella, Jesús,
por medio del sacerdote, nos dará el amor y el perdón de Dios, para despedirnos
diciendo: Vete en paz.
martes, 17 de septiembre de 2024
Evangelio del 18 de septiembre 2024 Lucas 7, 31-35
En aquel tiempo, Jesús dijo: "¿Con quién compararé a los hombres
de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan
a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:
'Tocamos la flauta y no han bailado,
cantamos canciones tristes y no han llorado'.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes
dijeron: 'Ese está endemoniado'. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y
dicen: 'Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y
pecadores'. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo
reconocen".
Reflexión
En esta parábola de Jesús, los fariseos ilustran a aquellos que todavía
hoy en día rechazan todas las vías de salvación que Dios va suscitando.
Representan a aquellos que, si los de la Renovación levantan los brazos
para alabar a Dios: "Son unos alucinados"; si los de la Teología de
la Liberación buscan insertarse en las comunidades más pobres para desde ahí
evangelizar de una manera creíble, son unos "comunistas"; los que van
todos los días a misa, "son unos persignados".
En fin, ¿No sería bueno, en lugar de criticar, conocer mejor estas vías
de salvación que Dios nos va proponiendo y dejarse seducir por Dios que nos
llama a través de mil maneras dentro de la Iglesia a vivir la realidad del
Reino?
lunes, 16 de septiembre de 2024
Evangelio del 17 de septiembre 2024 Lucas 7, 11-17
En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre.
Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: "No
llores". Acercándose al ataúd, lo tocó y los que lo llevaban se
detuvieron. Entonces Jesús dijo: "Joven, yo te lo mando: Levántate".
Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo
entregó a su madre.
Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a
Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha
visitado a su pueblo".
La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones
circunvecinas.
Reflexión
Una de las actitudes que más le gusta destacar a san Lucas es la
misericordia de Jesús.
Quizás porque él viene de una cultura pagana en donde los dioses son
crueles, san Lucas presenta en cada oportunidad, la ternura y la compasión de
Dios en Jesucristo. Nuestro Dios es el Dios de la misericordia, es el Dios que
se conmueve ante nuestras miserias y penalidades, por ello, es el Dios de los
pobres, de los necesitados, de los miserables.
En medio de nuestro mundo tecnificado, en donde la mayoría de nosotros
somos un "número", qué importante es "re-humanizarnos" y
tener la capacidad de ver que, muy posiblemente a nuestro alrededor, hay
alguien que necesita ayuda, que necesita de nuestra compasión.
domingo, 15 de septiembre de 2024
Evangelio del 16 de septiembre 2024 Lucas 7, 1-10